Los pasillos del aeropuerto internacional Simón Bolívar, en Maiquetía, estado Vargas, están marcados desde hace algún tiempo por la tristeza y el llanto. Abuelas, madres, tías, hijos y sobrinos en su mayoría, se reúnen para dar el adiós a un pariente que se marcha de Venezuela huyendo de la crisis y con la apuesta por un futuro mejor en otro país, reseña El Nacional.
Los pocos vuelos al exterior desde el terminal de Maiquetía marcan su frecuencia en la pizarra electrónica a partir de las 2:00 pm, sobre todo los que van a Madrid, Miami, Ecuador y Bogotá. Los destinos no son los definitivos, sirven de conexión con otros.
Grupos de familiares y amigos se toman las fotos de despedida. Hay sonrisas por todas partes, cuando eso ocurre, para no hacer más engorroso el adiós. Pero basta que uno suelte el llanto para que la alegría aparente desaparezca de cada rostro y se torne en pocos segundos en tristeza.