Un terremoto magnitud 8.4, el más fuerte en tres décadas, se registró el jueves frente a la costa sur de México y sacudió con fuerza edificios en la capital y en otros estados, provocando dos muertes por el derrumbe de viviendas.
Reuters
El sismo tuvo la misma magnitud que el devastador sismo que en 1985 azotó a la Ciudad de México y dejó miles de muertos.
Habitantes en la capital salieron corriendo a las calles durante el sismo, según testigos de Reuters, pero las autoridades dijeron que sólo cayeron unas bardas y se cortó la electricidad en algunas zonas.
En cambio en Chiapas, el estado del epicentro, dos mujeres fallecieron cuando se derrumbaron sus casas, dijo el gobernador del estado de Chaipas, Manuel Velasco.
“No había estado nunca donde la tierra se movía mucho. Al principio me reí pero cuando las luces se apagaron no supe qué hacer”, dijo Luis Carlos Briceño, un arquitecto de 31 que visitaba la capital.
El epicentro del terremoto se ubicó en el mar 123 kilómetros al suroeste de la ciudad de Pijijiapan, a una profundidad de 33 kilómetros.
“He estado en algunos temblores pero este es el más fuerte que he sentido”, dijo Rachel Spector, originaria de San Francisco y que vive ahora en una céntrica colonia de la Ciudad de México.
El sismo se sintió también en algunos países de Centroamérica, pero sin que se registraran daños importantes hasta el momento.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico confirmó que se produjo un maremoto en México, siendo la ola más grande de 0.7 metros.
Las clases del viernes fueron suspendidas en escuelas de la Ciudad de México, Oaxaca y Chiapas para descartar daños en la infraestructura.
Los habitantes de Ciudad de México salieron corriendo a las calles después del seísmo ante el temor a que sus casas se vinieran abajo. Aunque por el momento no hay balance de víctimas personales, tan solo algunos cortes eléctricos y roturas de cristales. Tras unas primeras revisiones técnicas, el metro y el aeropuerto principal de la capital han podido volver a la normalidad.