El expresidente Alberto Fujimori se recuperó de la dolencia cardíaca por la que fue hospitalizado de urgencia el sábado y retornó este domingo a la base policial donde cumple condena por crímenes de corrupción y lesa humanidad, informó su médico personal, reseña AFP.
“Ya está retornando a la Dirección de Operaciones Especiales (cuartel de la policía, al este de Lima), se ha estabilizado”, declaró el médico Alejandro Aguinaga al canal N de noticias.
Fujimori, de 79 años y de origen japonés, había sido trasladado a la unidad de cuidados intensivos (UCI) de la clínica peruano-japonesa de Lima tras presentar una taquicardia severa.
La familia del exmandatario, también informó a través de las redes sociales sobre el estado de salud del exmandatario (1990-2000).
“Hoy mi papá se retiró de UCI con el corazón estabilizado, regresará para exámenes complementarios. Gracias por su preocupación y solidaridad”, escribió en su cuenta Twitter Kenji Fujimori, su hijo menor y congresista.
Kenji Fujimori informó el sábado desde Twitter que su padre había sido internado por “signos de fibrilación auricular paroxística”, y que su corazón “por momentos late desordenado”.
Alejandro Aguinaga, su médico de cabecera, explicó el domingo que “la respuesta (al tratamiento) ha sido positiva”. A fines de agosto, Fujimori permaneció seis días hospitalizado por una “taquicardia suprenventicular”.
“Es una persona mayor, adolece de una serie de enfermedades que comprometen en el día a día su salud”, resumió el médico al hablar sobre las recurrentes hospitalizaciones del expresidente en lo que va del año.
“Este cuadro cardíaco es el más severo de los males que padece”, acotó Aguinaga, quien también fue ministro de Salud durante el régimen de Alberto Fujimori.
En mayo de este año Fujimori también presentó una arritmia por problemas de insuficiencia en la válvula mitral.
Además de sus problemas cardíacos y de hipertensión, Fujimori sufre depresión y una lesión cancerígena en la lengua por la cual ha sido operado en seis ocasiones.
La salud de Fujimori, que cumple una condena de 25 años desde 2007, ha despertado debates en Perú desde que el presidente Pedro Pablo Kuczynski aseguró en abril que evalúa concederle un indulto humanitario basado en un informe médico independiente.