El dialogo es un mecanismo democrático para solucionar crisis y hasta ponerle fin a una guerra o evitarla, como lo demostraron Kennedy y Kruschev durante la crisis de los misiles en los 60. Estos 2 estadistas sacaron al mundo de la conmoción en un acuerdo serio evitando males mayores para toda la humanidad.
En Venezuela se han hecho múltiples esfuerzos para un dialogo entre el Gobierno y la Oposición, explorando un punto de encuentro sin resultados positivos. Hace varios años hubo un evento televisado que fue observado por 18 millones de personas; el cual resulto un fracaso por cuanto el Gobierno no cumplió. Se han repetido esfuerzos en varias ocasiones con un alto costo político para la oposición, los sectores radicales no solo han cuestionado dichas iniciativas, han tildado de traidores a quienes siguen creyendo en ese camino. El expresidente Zapatero cogió un segundo aire y volvió a promover el dialogo, esta vez con la incorporación de un Gobierno serio como el de Francia.
En este nuevo intento es necesario hacer algunas precisiones puntuales: 1.- La MUD como cuerpo colegiado en ninguna de sus instancias aprobó el dialogo, 2.- Si los representantes de 3 o 4 partidos han acudido a explorar lo hacen a su nombre y no de la Unidad, 3.- Dicho ejercicio debe ser transparente, informándole al país para romper cualquier tergiversación, 4.- Es políticamente respetable que algunos crean en el dialogo como camino; entendiendo que quienes creemos lo contrario debemos ser tratados con respeto. No asumimos descalificaciones a ningún punto de vista, defendemos posiciones basados en elementos y precedentes anteriores.
Este Gobierno no actúa en el marco constitucional y democrático; sigue jugando al caos formateado por los agentes de Raúl Castro. La cúpula roja sigue maniobrando para distraernos, intrigando para dividirnos y amenazando para asustarnos. Los niveles de descaro de estos sátrapas es tan desproporcionado que en plena campaña de la MUD desataron una serie de amenazas de inhabilitación contra los candidatos. El día lunes intensificaron su prédica de más inhabilitados en la persecución desarrollada antes, durante y después de las primarias. Esto es intolerable.
Si el Gobierno estuviese interesado en un dialogo serio en lugar de amenazar, promovería las condiciones favorables al objetivo. El Dictador Maduro no cumplió los acuerdos anteriores, ni cumplirá ninguno, por ser un prisionero de conflictos de intereses oscuros de las tendencias oficialistas, vinculadas a la corrupción, el narcotráfico y el terrorismo. Estas afirmaciones no me alegra hacerlas, ojala estuviera equivocado; un acuerdo serio podría ahorrarle a este noble y hermoso pueblo muchos dolores y malestares.
La dialéctica de los procesos de cambio en los países esta signado históricamente por altibajos, el amanecer es indetenible aunque la noche sea oscura. Dios bendiga a Venezuela.
Dip. a la AN por San Francisco Zulia
@joseluispirelar