¡Váyalo pues!
Como les encanta el “Imperio”, tanto les encanta el imperio que esta casta en el poder se pone a chillar cuando no los dejan entrar allá. Tienen las fortunas allá, mandan a los hijos a estudiar allá y bien es sabido que mueren por los billetes verdes de allá.
Ojo, no estamos diciendo que sea el caso de Héctor Rodríguez. Nunca ha sido señalado de lo anterior expuesto y mas bien parece un muchacho humilde que ha llegado a este meeting a punta de lo que mejor sabe hacer, cosa del chavismo, hablar pistoladas y señalar a todo el mundo.
Pero nos llamó poderosamente la atención el meeting y el cierre “gringo-imperialista” que se lanzó el muchacho de Río Chico. Tarima central, drones, papelillos, bendiciones y su pareja de la mano.
Al mejor estilo Donald Trump, de Barlovento para el mundo…