Costa Rica y Nicaragua declararon este miércoles alerta por la presencia de un sistema de baja presión en el Caribe que amenaza con fuertes lluvias, mientras que Managua ordenó evacuar a unos 800 indígenas que viven en los Cayos Misquitos.
El Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Inerte) informó que la depresión “estará acompañada de marejadas que pondrán en riesgo las comunidades del litoral e islas del Caribe, así como los cayos Misquitos y las actividades pesqueras”.
Los aguaceros dejaron un muerto el martes en Nicaragua, cuando un hombre de 29 años que viajaba en una camioneta fue arrastrado por la corriente de un río en el departamento oriental de Chontales, informó este miércoles la vicepresidenta y portavoz oficial Rosario Murillo.
En tanto este miércoles, tres funcionarios de la salud que habían sido movilizados por la alerta desaparecieron luego que la camioneta en la que viajaban cayó en un cauce al cruzar un puente en la ciudad de Juigalpa, en Chontales, anunció Murillo horas después.
Uno de los desaparecidos es la directora del Centro de Salud del municipio de Santo Domingo del departamento de Chontales, Rosa Bravo.
En Costa Rica el presidente Luis Guillermo Solís se reunió con los jefes de los organismos de emergencias y meteorología para analizar el posible impacto del fenómeno climático, que amenaza con lluvias intensas para miércoles y jueves.
“Quiero hacer un llamado al país a extremar las medidas y que esto nos permita evitar víctimas mortales”, declaró Solís a la prensa tras el encuentro.
La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) de Costa Rica declaró este miércoles alerta roja (máxima) en la mayor parte del territorio, incluido el litoral Pacífico y el centro del país, ante el riesgo de que el mal tiempo afecte vidas humanas, tendido eléctrico, carreteras y viviendas.
El director del Instituto Meteorológico Nacional costarricense, Juan Carlos Fallas, indicó que el sistema de baja presión se desplaza a lo largo del Caribe centroamericano y es poco probable que impacte directamente a la región, pero sus consecuencias son peligrosas por la saturación de los suelos a causa de las lluvias recientes.
El gobierno nicaragüense activó los cuerpos de socorro, entre ellos la Defensa Civil del Ejército, e instó a empleados públicos a estar listos para apoyar a la población en caso de una emergencia.
El sistema podría provocar un incremento en el oleaje en la costa del Pacífico, además de intensificar las lluvias, que desde el 21 de septiembre han causado más de un millar de incidentes de deslaves e inundaciones en Costa Rica, según Iván Brenes, director de la CNE.
Septiembre y octubre son tradicionalmente los meses más lluviosos del año en Centroamérica, y marcan el final de la temporada de lluvias en la región.
AFP