A petición de la defensa se realizó una audiencia oral de argumentos que buscaba eliminar los alegatos con los que la fiscalía pidió cadena perpetua. Las conclusiones parecen no haber cambiado la posibilidad de que los sobrinos de la pareja presidencial sean severamente condenados por cargos de narcotráfico.
Por Maibort Petit
@maibortpetit
Eran las 11:30 de la mañana cuando los sobrinos de la pareja presidencial de Venezuela llegaron a la sala 14C de la Corte del Distrito Sur de Nueva York. Estaban vestidos con uniformes de presidiarios color azul bastante desteñidos. Los dos reos lucían diferentes. Además de pálidos y somnolientos, Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas dejaron ver que los 23 meses que llevan tras las rejas les transformó la vida. Flores se rapó la cabeza y se mantuvo durante la cita con el ceño fruncido. Ambos perdieron peso y se veían agotados. Campo Flores no sonrió como de costumbre ni buscó hacer contacto visual con la prensa. Sentados frente al juez, y con la ayuda de un traductor simultáneo escucharon el contrapunteo que protagonizó la defensa y la fiscalía.
Hasta los abogados lucían diferentes
Junto a Campo Flores estaban sus dos abogados. Randall Jackson dejó de lado su natural simpatía y su verbo encendido. El litigante estuvo retraído al igual que su colega John Zach quien -por cierto- lucía una barba descuidada y un traje beige arrugado y deshilachado. Más a la izquierda estaban los defensores de Flores de Freitas. David Rody mostraba su enojo en cada una de sus intervenciones y su par, Michael Mann, permaneció en silencio a lo largo de toda la sesión.
A las 11:50 AM, el juez de la causa, Paul Crotty entró a la sala. Pidió a las partes que se identificaran. Por la fiscalía solo asistió el fiscal auxiliar, Brendan F. Quigley. Una vez iniciada la sesión, David Rody empezó por enumerar las llamadas “mejoras” que el gobierno había puesto como argumentos para solicitar que la corte sentenciara a Campo Flores y Flores de Freitas a cadena perpetua.
Rody y Jackson trajeron a la mesa 8 solicitudes de rechazo correspondiente al igual número de mejoras propuesta por la fiscalía y que juntas suman los puntos suficientes para alcanzar una condena de por vida.
El juez Paul Crotty negó 6 de las 8 peticiones hechas por los defensores de los sobrinos del presidente Nicolás Maduro, lo que indica que en el informe previo a la sentencia se mantendrá bastante similar al presentado originalmente por el gobierno norteamericano.
La fiscalía pidió en el informe previo a la sentencia (PSR) las siguientes mejoras:
1.- Cantidad de droga: El nivel de delito base es 38 porque el objeto de la conspiración era importar más de 450 kilogramos de cocaína.
2.- Posesión de Armas de Fuego: Debido a que los acusados y sus guardaespaldas poseían armas de fuego peligrosas, se añaden dos niveles.
3.-Amenazas de violencia: Debido a que Campo Flores hizo amenazas creíbles de violencia en favor de la conspiración a la que se unió Flores de Freitas y en la cual se preveía una conducta violenta, se añaden dos niveles.
4.- Uso de Aeronaves Privadas: Debido a que la conducta relevante de los acusados involucró el uso de aviones privados durante la conspiración que buscaba la importación de cocaína a los Estados Unidos, se añaden dos niveles.
5.-Intento de soborno a las autoridades: Debido a que los acusados intentaron sobornar agentes de la policía en Venezuela y Honduras para facilitar la comisión del delito, se añaden dos niveles.
6.-Importación a los EEUU: Debido a que un ajuste de rol agravante es apropiado y el objeto de la conspiración involucra la participación directa de los acusados en la importación de una sustancia controlada, se agregan dos niveles.
7.-Rol de liderazgo: Debido a que los acusados eran organizadores y líderes de actividades criminales que involucraban a cinco o más participantes, se añaden cuatro niveles.
8.-Obstrucción a la justicia: Debido a que los acusados presentaron declaraciones juradas falsas en apoyo de sus mociones antes del juicio y la Corte ya rechazó varias de sus mentiras, se añaden dos niveles.
El juez fue enfático con la defensa
La primera moción negada por Crotty a la defensa fue la relacionada con el cambio del monto de los kilos de cocaína que comprendía la conspiración. Los defensores decían que no hubo droga en el caso y que la cifra de los 800 kilos de droga había sido fijada por los informantes de la DEA. El juez sostuvo que las evidencias señalaban que el plan era realizar un primer envío equivalente a los 800 kilos, razón por la cual se mantendrá dicho parámetro en el informe.
De acuerdo a la reglas federales, las gravedad de una defensa se eleva al máximo nivel cuando la cocaína envuelta en la conspiración supera los 450 kilos.
La segunda moción negada fue la posesión de armas de fuego. Los abogados repitieron los argumentos según los cuales los acusados no estaban armados al momento de la conspiración y aseguraron que las fotografías que presentó la fiscalía eran de armas de Paintball Pellets las llamadas armas “Airsoft “. El juez Crotty negó de manera rotunda este argumento y dijo que la mejora se mantenía.
La tercera mejora negada por el juez fue la relacionada con el uso de aviones privados durante la conspiración. Los abogados insistieron en que Campo Flores y Flores de Freitas no eran capaces de usar aviones privados para trasladar la droga, porque -entre otras cosas- no hubo tráfico de drogas, pero Crotty les recordó que los dos acusados usaron aeronaves privadas para ir a Honduras y Haití, y habían previsto todo lo necesario para que el vuelo en el que harían el envío previsto para el 15 de noviembre de 2015 con los 800 kilos de cocaína.
La cuarta solicitud negada por el magistrado es la relacionada con el intento de soborno a las autoridades. La defensa dijo que no había evidencias que sus clientes hayan pagado coimas a los agentes de la ley en los Estados Unidos durante la conspiración. No obstante, el juez dijo que las evidencias señalaban que los dos acusados habían previsto el pago de 900 mil dólares para que sus asociados en Honduras recibieran la droga, y pagaran los sobornos a los policías del aeropuerto de la isla de Roatán. Asimismo, recordó que en las evidencias había elementos que comprobaban que Campo y Flores habrían pagado sobornos a funcionarios en Venezuela.
Crotty negó igualmente la moción que involucra a los acusados con la participación directa en la importación de una sustancia controlada a los Estados Unidos. Los abogados de Campo y Flores dijeron que habían sido los informantes de la DEA quienes dijeron que la droga tendría como destino final Norteamérica. Tanto la fiscalía como el juez informaron que las grabaciones de audio y video dejaban claro que los demandados conocían hacía dónde se estaba exportando la droga y que ambos habían participado directamente en la conspiración.
La última moción negada por el juez a la defensa fue la relacionada con el rol de liderazgo de los acusados en la conspiración. Los abogados reiteraron que los acusados eran “muchachos sin experiencia en el narcotráfico e incapaces de coordinar, supervisar a cinco o más participantes”. Rody dijo que “la fiscalía había fracasado en su intento de nombrar a los miembros de la conspiración” y que inclusive “no lograron establecer una lista puesto que los conspiradores en su mayoría trabajaban para el gobierno”. El juez aclaró que las evidencias demostraron que los acusados ciertamente actuaron como organizadores y líderes de actividades criminales que involucraron a cinco o más participantes. No obstante, el magistrado decidió bajar dos niveles por este argumento. La fiscalía inicialmente había solicitado que se cargaran cuatro niveles, lo que influye severamente en el cálculo de la sentencia.
Dos solicitudes de la defensa fueron aprobadas
Crotty decidió aprobar dos solicitudes hechas por la defensa. La primera está relacionada con el uso de la violencia a lo largo de la conspiración y que incluían amenazas de muerte a los que no cumplieron lo acordado por parte de los dos acusados. En este aspecto, el juez recordó que Campo Flores había usado en otra oportunidad el verbo matar con un sentido diferente al que realmente tiene. “Cuando él estaba siendo interrogado por el agente especial de la DEA, Sandalio González, éste le preguntó si él le había comunicado a su familia que estaba vinculado a negocios de narcotráfico y Campo respondió que sí lo hacía lo matarían”. Esta decisión del juez elimina dos niveles en la tabla de sentencia.
El otro argumento que la defensa pidió que se rechazara era el relacionado con la supuesta obstrucción a la justicia por parte de los acusados durante el proceso. El juez acordó eliminar esta mejora lo que le resta dos niveles de gravedad a la ofensa.
Resultado de la audiencia
Carlos Pérez, abogado criminal, aseguró que los logros de la defensa en la audiencia de argumento fueron pocos, por lo que no habrá grandes modificaciones en las directrices que regirán para el cálculo de la sentencia.
Por lo general los cambios que se producen en estas discusiones no afecta sustancialmente la tendencia que se prevé para que el juez decida la condena, aseguró Pérez.
Lo que indica que Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores enfrentan la posibilidad de una sentencia severa que los podría llevar a permanecer detrás de las rejas por más de tres décadas, según la petición mínima hecha por el gobierno.
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Concluida la discusión, el juez levantó la sesión no sin antes anunciar que los dos acusados serán sentenciado el 14 de diciembre de 2017. A Flores de Freitas se le leerá su condena en la mañana y a Campo Flores en la tarde de ese mismo día. La defensa debe entregar las conclusiones de su informe el 1 de diciembre y la fiscalía tiene hasta el 8 de ese mismo mes para hacer entrega del suyo.
Al salir el juez de la sala, los alguaciles se llevaron a los dos acusados del lugar. Salieron cabizbajos, tristes y silenciosos. Los cuatro abogados y sus asistentes también abandonaron el salón con rostros que mostraban preocupación e insatisfacción.
En el pasillo hablamos con Randall Jackson, el enérgico litigante que ha llevado la defensa de Campo Flores.
-¿Cuál es tu opción sobre el resultado de la audiencia?, le pregunté.
Se encogió de hombros y se disculpó. “Por ahora no puedo declarar. Es muy difícil esta parte de la materia. Prefiero no comentar”.
Por su parte, el defensor de Flores de Freitas, David Rody salió apresurado y malhumorado.
Así concluyó una jornada más del célebre caso de los sobrinos de la pareja presidencial venezolana.
Desde el 10 de noviembre de 2015, Campo y Flores fueron arrestados en Haití y trasladados a Nueva York donde fueron juzgados y hallados culpables de delitos de narcotráfico. La lectura de la sentencia ha sido prorrogada en tres oportunidades a petición de la defensa.