Los dingo son unos pequeños y eficaces lobos que atacan a su presa por distintos flancos. España está siendo atacada de la misma manera. No solo es el separatismo catalán. Hay una ofensiva simultánea. Está la Coalición Compromis —partidos nacionalistas valencianos— que comparten el sentimiento independentista de Cataluña. Está Podemos —el partido de Errejón e Iglesias—hilvanando con varias comunidades la desestabilización de España.
“Podemos y los independentistas votan juntos en el Congreso de los Diputados”. Tuvieron recientes desacuerdos sobre el referéndun pero Iglesias, un radical, ya se ofrece para mediar entre Puigdemont (el independentista catalán) y Rajoy. Es la misma mediación trucada de Rodríguez Zapatero, entre Maduro y la oposición venezolana; de Cuba, entre la FARC y el gobierno colombiano. El referí está vendido.
El cisma catalán (y pronto el de Valencia) tiene una narrativa que se viene cebando hace décadas, en las escuelas y a nivel internacional. La creación de una narrativa es la creación de una verdad. No importa que sea falsa.
Movilizan resortes emotivos “benévolos” y detonan ofensivas aparentemente racionales. El objetivo es destruir el poder constituido y luego hacerse de él. El gran problema son los crédulos oficiosos pues ayudan al éxito de estas calamidades antes que se desmoronen con el tiempo, la mentira y los fracasos, como el chavismo venezolano. Pero el daño lo hizo la gente buena, los ruines se quedarán con el poder. Sean nacionalistas (catalanes y valencianos), o internacionalistas (Podemos) como dingos ya rodean a España para dejarla como Sudán, muriendo a bala y hambre. No es una estrategia local, es global. España es el eslabón más débil de las democracias europeas, luego vendrán las demás.