El turista estaba confundido y paranoico. Sus gritos alertaron de que le estaba pasando algo a los empleados del hotel en el que se estaba hospedando. Cuando se acercaron para preguntarle, el hombre de 34 años fue corriendo hasta la ventana y amenazó con saltar.
Inmediatamente, llamaron a los bomberos, poco habituados a lidiar con crisis de este tipo en una ciudad tranquila como Ámsterdam. Su presencia solo sirvió para precipitar el desenlace.
Pocos segundos después de que terminaran de desplegar su escalera hasta la ventana del tercer piso, y de que se dispusieran a entrar para hacerlo bajar, el turista saltó al vacío. Cayó primero en el techo de una casa y después a la calle.
Fue trasladado al hospital en grave estado. No podía hablar. Los médicos comprobaron que había consumido psilocybe tampanensis, un hongo alucinógeno comúnmente llamado “trufas mágicas”. Causa efectos distorsivos de la realidad similares a los del LSD.
Información de Infobae