Un nuevo estudio, apoyado por la la NASA, muestra que hace 3.000-4.000 años, la Luna contaba con una atmósfera a su alrededor gracias a intensas erupciones volcánicas que expulsaron los gases sobre la superficie más rápidamente de lo que estos podían escaparse al espacio. El estudio ha sido publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters, reseña Muy interesante.
Recordemos que los análisis de muestras de las misiones Apolo evidenciaron que los magmas en el momento en que la Luna todavía estaba caliente y generaba plumas magmáticas que casualmente rompían la superficie lunar y fluían durante cientos de kilómetros, también transportaban componentes de gas, como por ejemplo monóxido de carbono, azufre, ingredientes para el agua y otros compuestos volátiles.
Así, los gases que se elevaron de las lavas en erupción mientras fluían sobre la superficie, se acumulaban alrededor de la Luna formando una atmósfera transitoria. Según los expertos, esta atmósfera era más espesa hace unos 3.500 millones de años (en el culmen de actividad volcánica del satélite) y habría persistido durante unos 70 millones de años antes de acabar perdiéndose definitivamente en el espacio.