El general venezolano Justo José Noguera Pietri, nombrado esta semana como ganador de las cuestionadas elecciones de la gobernación del estado Bolívar, fue sancionado por Washington en el 2015 por encabezar a la Guardia Nacional durante uno de los más negros capítulos de represión del régimen de Nicolás Maduro, publica El Nuevo Herald.
POR ANTONIO MARIA DELGADO
adelgado@elnuevoherald.com
Pero el oficial retirado es en realidad una figura poco conocida en la nación petrolera, y su ascenso dentro del chavismo se debió más por mostrar lealtad a figuras claves que por demostrar cualidades de liderazgo dentro del régimen.
Tras pasar gran parte de su carrera en vinculación con las mineras estatales que operan en el estado que le acaban de adjudicar, Noguera cayó en el radar de Washington cuando asumió la jeftura de la Guardia Nacional, siendo su actuación durante la represión de las protestas del 2014 lo que llevó a las autoridades estadounidenses a colocar al militar retirado de 56 años dentro de la lista negra del departamento del Tesoro.
Noguera fue uno de los siete funcionarios del régimen bolivariano sancionados por el presidente Barack Obama en marzo del 2015, bajo la ley en Defensa de los Derechos Humanos y Sociedad Civil de Venezuela que había sido aprobada por el Congreso el año anterior.
Al emitir las sanciones, Obama acusó al régimen de ser responsable de la erosión de los derechos humanos y de hacer uso de la violencia contra disidentes.
De carácter reservado y de escasa comparecencia ante los medios de comunicación, Noguera estuvo a la cabeza de la Guardia Nacional Boliviana durante el frenesí de violenta represión que dejó un saldo de al menos 43 muertos, más de 5,200 heridos y casi 3,700 detenidos en el 2014.
Una de sus más públicas apariciones fue el arresto en febrero del 2014 del líder opositor Leopoldo López, operación que el oficial condujo personalmente ante los ojos de decenas de miles de venezolanos que salieron a las calles de Caracas para manifestar su respaldo al dirigente.
La actuación de la Guardia Nacional en el 2014 marcó un hito en Venezuela, señaló Patricia Andrade, presidenta de la ONG Venezuela Awareness.
“En el 2014 fue cuando se corrió la cortina de la represión en Venezuela. Lo que antes se realizaba tras bastidores, comenzó a ser mostrado libremente ante los ojos de un país que vio con horror la saña y la maldad con que la Guardia Nacional actuaba contra la sociedad civil”, expresó Andrade, cuya ONG vela por los derechos humanos en el país petrolero.
Mucho de eso se hizo bajo Noguera, que era en ese entonces Comandante General de la Guardia Nacional, resaltó Andrade.
Anunciando que había sacado 1,471 votos más que su rival de la oposición, el chavista Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó el miércoles que Noguera había ganado la gobernación.
“Gracias al estado Bolívar! Pueblo cuente con este soldado”, escribió Noguera en su cuenta de Twitter.
Pero la proclamación no fue aceptada por el opositor Andrés Velásquez, de un partido de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), quien llamó a sus seguidores a seguir en la calle para protestar el fraude.
“Le comunico al país que podemos demostrar que estamos ante un descarado delito electoral”, denunció Velásquez el miércoles ante los medios.
José Antonio Colina, presidente de la ONG Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), dijo que Noguera tiene responsabilidad sobre muchas de las muertes registradas en el 2014.
“Él era el Comandante General y tenía bajo su responsabilidad la actuación de la Guardia Nacional en aquel momento. Él debió de haber actuado para cerciorarse de que los efectivos no violaran los derechos humanos de los manifestantes”, dijo Colina.
Colina, quien es un teniente retirado de la Guardia Nacional y mantiene contacto con oficiales activos en el país petrolero, dijo que Noguera se caracterizaba internamente por ser un oficial poco sobresaliente.
“Es más bien un oficial sumiso, callado”, que no estuvo entre los oficiales que acompañaron a Hugo Chávez en su intento de golpe de Estado en 1992, señaló Colina.
Siga leyendo en El Nuevo Herald