Optimismo que el cambio va, por Oscar Arnal

Optimismo que el cambio va, por Oscar Arnal

thumbnailOscarArnalLa oposición necesita pasar a la ofensiva. Generar una mística, espíritu de equipo y de cuerpo es fundamental. El país se cae a pedazos, y a pesar de lo ocurrido, el rechazo a Maduro es monumental.

En Perú al poco tiempo de ganar Fujimori una elección plagada de fraudes, tuvo que escapar al Japón para evitar ser defenestrado. La gota que derramó el vaso fue un video en el que su mano derecha Vladimiro Montesinos apareció sobornando a un congresista opositor. Lo mismo sucedió en Venezuela con el plebiscito que concedía 5 años más al dictador Marcos Pérez Jiménez. Del exilio regresaron tres grandes líderes: Caldera, Betancourt y Villalba, que dieron el ejemplo al ponerse de acuerdo.

Hoy el hambre en cualquier momento también podría producir la implosión de un régimen, que con los puntos rojos, el Carnet de la Patria y los CLAP ha chantajeado al pueblo obligándolo a votar en contra de sus preferencias. Cada vez queda más claro por ejemplo que el “Caracazo” fue una acción ejecutada con premeditación y alevosía.





De igual forma es clave ir a una ofensiva comunicacional. Algunas reglas fundamentales que voy a enumerar explican lo siguiente: 1) Del adversario único y la simplificación. El enemigo no es ningún ente, ni persona jurídica, es sobretodo quien tiene la responsabilidad mayor en la dirección y control del Estado, junto al “petit comité” que lo acompaña. Se contaminan entre ellos y van en el mismo saco de Maduro. El mensaje debe estar formulado en términos entendibles para el más sencillo de los receptores. 2) Ataque ad-hominem o al mensajero. Distinguiendo sus perversidades y poniendo en contradicción sus palabras con sus obras. Se trata con pruebas de dejarlos al descubierto y socavar a fondo su credibilidad (Ahora hablan de paz, pero son los golpistas del 4-F). 3) Orquestación y repetición (Como Fuenteovejuna todos a una). 4) Transfusión o ad-populum que consiste en iniciar todo mensaje apelando a la audiencia (El pueblo tiene hambre). 5) Unanimidad y contagio. Que es la apelación a la mayoría para lograr la sumatoria de los pasivos (El 80% rechaza a Maduro somos mayoría). 6) Analizar cuáles son los puntos más débiles del contrario y cruzarlos con nuestras fortalezas (La economía, hiperinflación y escasez).

La batalla presidencial será diferente de la regional. El pueblo votará por cambiar o continuar por la senda actual. Si la oposición se reestructura a fondo la vuelta de la tortilla no se hará esperar. Lo difícil es que el gobierno ante la debacle económica que se acrecienta llegue al día comicial. El cambio está cantado y de una forma u otra llegará.

oscar.arnaln@gmail.com
@OscarArnal