Organizaciones civiles y la familia de una niña de diez años indocumentada con parálisis cerebral, detenida este miércoles por la Patrulla Fronteriza de EE.UU. tras ser operada el día anterior, exigieron hoy su liberación “inmediata” del centro de detención de San Antonio (Texas) en el que está recluida.
EFE
Rosa María Hernández fue detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP, en sus siglas en inglés) al ser dada de alta de un hospital infantil de Corpus Christi (Texas), donde fue sometida a una cirugía de emergencia en su vesícula biliar este martes.
“La niña tiene que volver inmediatamente con su familia, no puede pasar ni un día más detenida”, reclamó en una conferencia telefónica Astrid Domínguez, estratega de políticas para los derechos de los inmigrantes de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) en Texas.
Los agentes migratorios hicieron turnos delante de la habitación del hospital de la pequeña durante más de 24 horas, primero en grupos de cuatro y luego en parejas, tras una petición de la abogada de la familia Hernández.
Domínguez recordó que “lamentablemente” esta forma de operar -detener a menores o padres indocumentados en hospitales- no es nueva para la CBP, que dijo que “arrestaron a dos padres indocumentados que llevaron a su bebé de dos meses al mismo hospital en mayo”.
La menor, según explicó la activista, ha vivido sin documentos con su familia en la localidad fronteriza de Laredo (Texas) desde los tres meses de edad, momento en el que sus padres decidieron cruzar a EE.UU. en busca de un futuro mejor para la salud de su hija.
El problema que enfrentan las familias que viven en el área del Valle del Río Bravo es que no existe ningún hospital infantil para realizar cirugías de emergencia, por lo que tienen que conducir hacia el noreste hasta el centro médico de Corpus Christi, que implica pasar por puestos de control de la Patrulla Fronteriza.
La madre de Rosa María, Felipa de la Cruz, también indocumentada, aseguró en la misma llamada entre sollozos que se está “desesperando” por no poder cuidar de su hija en el momento que ella “más necesita el cuidado de su madre”.
La mujer explicó que pudo hacer una videollamada con su hija una vez la trasladaron del hospital al centro de detención de menores, algo que tranquilizó a ambas.
“Rosa María me pidió que la fuese a recoger, que quería venir con nosotros a casa y que nos echa de menos”, dijo de la Cruz, que tuvo que mentir a su hija para calmarla diciéndole que la irían a buscar una vez estuviese recuperada de la reciente operación.
La abogada de la familia Hernández, Leticia González, aseguró que “es evidente” que la niña padece un retraso mental importante, por lo que catalogó la actitud de la Patrulla Fronteriza en este caso como “sin escrúpulos”.
Por su parte, el congresista demócrata por Texas, Joaquín Castro, criticó duramente la actuación de la Patrulla Fronteriza y alertó que, desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, los arrestos de inmigrantes indocumentados en EE.UU. han aumentado un 40 %.
Varias organizaciones convocaron movilizaciones a lo largo del día de hoy en San Antonio para reclamar la liberación de una Rosa María que sigue recuperándose en un centro de detención de menores de la cirugía a la que fue sometida este martes.
EFE