El rastro de sangre llevaba hacia la papelera. Allí algo se movía, y aunque el miedo imperaba, dos estudiantes le dieron un giro a una historia que pudo tener un final triste. Así lo reseña eltiempo.com.ve
Esta escena ocurrió ayer, a eso de la 1:30 de la tarde, en uno de los baños de la Escuela de Ciencias Administrativa (ECA) de la Universidad de Oriente (UDO), Núcleo de Anzoátegui.
Un recién nacido estaba en el fondo del envase, en medio de la basura propia de un sanitario. Una de las encargadas de un local donde sacan fotocopias salió espantada, mientras otras dos muchachas decidieron ver de qué se trataba.
Las estudiantes de Presupuesto, que tenían una exposición en el aula A-5, ya habían ingresado al baño. Habían notado una especie de un hilo rojo viscoso en el piso, pero pensaron que había sido alguna compañera. No sería la primera vez que pasaba.
En la segunda ocasión se dieron cuenta de la presencia del pequeño. ¡Estaba vivo! Los curiosos no tardaron en llegar y uno que otro daba órdenes: “nadie pasa”, “hay que esperar”.
Una joven, que relató lo sucedido a una profesora a través de un audio de Whatsapp, explicó que había entrado con un paño blanco para tratar de sacarlo de la papelera, pero era muy difícil. Un alumno se quitó el suéter y así pudieron rescatarlo. “Tenía la basura pegada. Lo limpié y un chamo se lo llevó al hospital”.
Unas personas indicaron que en la emergencia pediátrica del hospital Luis Razetti los médicos examinaron al “muchachote”. “Está más vivo que tú y que yo”. Luego lo refirieron al retén de niños que está en el quinto piso del centro asistencial.
El bebé está a la orden del Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y Adolescente del municipio Simón Bolívar (Cmdnna).