Tor, el estandarte de la Internet oscura, se actualiza de arriba a abajo. Ahora será más seguro que nunca gracias a un rediseño.
Internet ha dejado de ser un lugar con un 100% de anonimato. Además del seguimiento que intentan hacer las autoridades y otros agentes, ya hasta los anuncios nos siguen a través de la web. La privacidad en la red de redes se ha quedado en un segundo plano, y esto no gusta a todo el mundo.
Ante esta situación, han surgido alternativas que intentan enmascarar nuestra conexión para evitar el seguimiento. Los VPN son uno de los recursos más utilizados, pero el verdadero estandarte de la navegación web privada es Tor. Una herramienta que cada vez más usuarios usan para que su navegación sea privada.
¿Qué es Tor?
Tor es una manera diferente de conectarse a Internet. Cuando te conectas a una web como Omicrono directamente, estás recibiendo el contenido directamente desde tu ordenador. Es el método más rápido, pero también es un método que te expone a un potencial seguimiento.
Lo que hace Tor para evitarlo es hacer que tu conexión pase por varios “nodos” de todo el mundo. De esa forma no te conectas directamente, sino que lo haces a través de una red de intermediarios. Así puedes dificultar que alguien llegue hasta ti a través de tu conexión.
Pero la diferencia no sólo está en tu forma de conectarte. Además de conectarte a los dominios de siempre, como .com o .es, con Tor puedes conectarte a unos dominios llamados .onion. La diferencia de estos dominios con los habituales es que son webs ocultas sólo accesibles con Tor.
Los problemas de Tor para mantener el anonimato
Por desgracia, Tor ha demostrado no ser infalible en varias ocasiones. Quizás el ejemplo más representativo es la caída (por partida doble) de Silk Road provocada por el FBI estadounidense. Silk Road era el mercado de contrabando de drogas más grande de toda la Internet oscura. Su cierre por parte de las autoridades supuso un buen golpe al mercado de drogas presente en la Dark Web.
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