Empieza noviembre y las santamarías siguen abajo. Solo unos cuantos puestos de desayunos abren en los callejones del centro de Maracaibo. El resto, donde comúnmente se instalaban los negocios de ropa y calzado, continúan sin iniciar sus ventas en la temporada decembrina, reseñó Versión Final.
Llevar estrenos en las estas navideñas parece un lujo inalcanzable para las familias marabinas. La ausencia de vestimenta y los precios inasequibles de esta llevan a las personas a ingeniárselas para mantener la tradición.
“La mercancía que tengo es la que me quedó del año pasado. Fue imposible poder traer ropa nueva este año. Además, las ventas están pésimas. No abro todos los días, porque a veces solo vendo una prenda por semana”, comenta Luz Amaya, propietaria de un puesto de ropa a las afueras del Centro Comercial Puente Cristal.
En los pocos negocios que se mantienen abiertos al público en el centro, un jean cuesta más de Bs. 300 mil, las blusas para damas alcanzan los Bs. 100 mil y los suéteres para caballeros Bs. 150 mil.
Las zapaterías no escapan de esta realidad. Solo abren algunas tiendas y, las que lo hacen, registran un bajo nivel de ventas por el elevado precio del calzado. El par de zapatos deportivos más costoso supera los Bs. 1 millón 400 mil y las crocs, calificadas como el calzado más económico por su material de plástico, ronda los Bs. 170 mil.
“Nosotros aún no recuperamos el capital del préstamo que nos hizo el banco el año pasado. Los precios constantemente se deben aumentar, si no venderíamos a pérdida. Y lo peor, no tenemos divisas para traer mercancía, la poca que llega es nacional, pero está sumamente escasa”, declara el dueño de una zapatería en el centro, quien prefirió reservar su nombre.
Importaciones
Según la presidenta de Consecomercio, María Carolina Uzcátegui, el 100 % de las importaciones se transan con “dólares no protegidos”, cuando hasta hace meses un 25 % aún contaba con el proceso de subastas oficiales.
Para Uzcátegui, toda la economía del país “está atada al dólar paralelo”, por lo tanto si se elevan los precios en los productos importados estos no bajarán, pues la inestabilidad del dólar paralelo no permite conocer en qué momento su costo puede aumentar o disminuir.
“Este último trimestre va a ser sombrío, tanto para el ciudadano, como para el empresario”, declaró la presidenta de Consecomercio a través de una entrevista en Fedecámaras Radio.
Aseguró que las utilidades para una persona que gane sueldo mínimo de Bs. 177.507 ( jado a partir del 1 de noviembre), a su juicio, no será su ciente “ni para comprar un par de zapatos de mala calidad”.
Por su parte, el presidente de Fedecámaras, Carlos Larrazábal, cuestiona la política del control de precios que propone el Gobierno, pues considera que ha sido dañina para la economía venezolana.
“Sin materia prima ni insumos, cada día se produce menos y se aumentan los costos y el precio se mantiene congelado, el resultado final es que se deja de producir y empieza el desabastecimiento”, expresó Larrazábal a Unión Radio.