Devin Kelley, que masacró el domingo a 26 personas en una iglesia de Texas, fue internado en una clínica psiquiátrica cuando era militar, luego de amenazar con matar a sus superiores, indicaron este martes medios de prensa estadounidenses.
AFP
Kelley, exmilitar acusado de agredir a su mujer y su hijastro, había sido detenido en la terminal de autobuses de El Paso (Texas, sur) en junio de 2012, según un informe policial publicado en el sitio internet de la televisión local KPRC de Houston.
Acababa de escapar de una clínica de Santa Teresa (Nuevo México), a unos 20 km de El Paso, donde fue internado por haber proferido amenazas de muerte contra sus superiores.
El Pentágono se negó a confirmar la noticia, pero dijo a la AFP que nunca realiza comentarios sobre eventuales problemas psicológicos de los militares.
Según el informe policial, un testigo que informó sobre la desaparición de Kelley declaró a los oficiales que el joven, que entonces tenía 21 años, “sufría problemas psicológicos y quería escapar” de la clínica en un autobús.
De acuerdo a este testigo, el militar “representaba un peligro para sí mismo y para los demás porque había sido descubierto introduciendo armas en la base de Holloman”, donde estaba en funciones, a 150 km al norte de El Paso.
Kelley “pretendía concretar sus amenazas de muerte”, agregó.
El domingo, Devin Kelley irrumpió en una iglesia de Sutherland Springs, matando a 26 personas, entre ellas una mujer embarazada y niños de corta edad, e hiriendo a otras 20. Tenía en su poder un fusil de asalto.
Murió por los balazos que recibió de dos civiles que lo persiguieron cuando salía de la iglesia.
Sus motivaciones no han sido esclarecidas, pero los investigadores evocan un diferendo con su suegra, que frecuentaba la iglesia.