Las sonrisas eran visibles al salir de la entidad bancaria. Usuarios marabinos lograron tener el billete de 100 mil bolívares una semana después del anuncio del presidente Nicolás Maduro de circulación de la nueva pieza del cono monetario, que llegó para “completar” y “fortalecer” el sistema bancario. Así lo reseña laverdad.com
Por Yasmín Ojeda
Bancos de sector privado fueron los primeros en tener en bóvedas el papel moneda que se une a las unidades de 500, mil, dos mil, cinco mil, 10 mil y 20 mil bolívares, vigentes desde enero en el marco de la política monetario del Gobierno.
“Este billete es un contentillo a la economía que está baja”, suelta entre criticas Horacio Campos, cliente bancario al salir de la agencia local. El usuario resalta que la alegría será a corto plazo por la espiral de precios en productos esenciales. “Es un contentillo por tres meses y se acaba”, estima tras acentuar “no” estar de acuerdo con la presencia de la “reproducción del retrato del Bolívar Diplomático”, porque le supone “devaluación, inflación”.
Explica la razón situándose en la caja de un supermercado de la ciudad. “Voy a pagar con el efectivo pero solo gastó 30 mil. Qué vuelto me darán si no hay billetes. Tendré que consumir todo el billete”, lamenta.
El escenario no está lejos de las operaciones en panaderías, charcuterías y carnicerías donde predominan transacciones electrónicas y los comerciantes añoran tocar efectivo.
Campos recalca el efecto en la economía con la presencia del billete. La máxima denominación compite con la presión omnipresente del dólar paralelo. “En diciembre estará a 50 mil bolívares y suben más los precios. Esto será un problema”, el valor del dinero seguirá en picada.
Orlando Cuicar, economista y profesor universitario, advierte que los 100 mil bolívares traducen -a futuro- 2,2 dólares al cambio de la tasa paralela, y un desenlace frente a la subida de precios. “Será que se lo come la inflación, porque el valor de la moneda es la capacidad que tiene ella para intercambiarse por bienes y servicios”.
Explica que la política monetaria aun transita por el camino desacertado, y es que “mientras no haya producción” la inflación y necesidad de dinero seguirán punteando. “Se necesitan para el movimiento de la economía 24 millardos de unidades monetarias y apenas hay 14,5 millardos de unidades y del billete de 100 bolívares (el marrón) hay seis millardos de piezas”.
Cuicar alerta que el cono necesita tener suficiente piezas para fraccionar operaciones. Agilizar compras, pagar y tener excedente para dar vuelto, pero en Venezuela “El dinero se convirtió en mercancía de cambio” lo que impacta en el comportamiento de la actividades normales de agentes económicos.