En lo que va de año el Presidente Nicolás Maduro ya ha realizado cinco alzas al salario mínimo, algo que según economistas es devorado casi de inmediato por la hiperinflación que vive Venezuela. Para la directiva de Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma (Ccura) esto es un insulto al trabajador que con ese simple aumento de 40 mil bsf al mes no puedo comprar un pollo o un cartón de huevos.
Orlando Chirinos, coordinador nacional de CCURA, explicó que las motivación del Gobierno para estos aumentos del sueldo mínimo son por razones electorales o de acallar la protesta social, asimismo fue decretado de forma unilateral como ha venido ocurriendo en al menos los últimos 10 años. “Al ser estos incrementos salariales devorados casi de inmediato por la hiperinflación el Estado dirigido por Maduro busca que los trabajadores renuncien a luchar por sus reivindicaciones ya que si lo ves en la realidad actual salimos perdiendo, porque alza de salario significa casi al instante que los precios de las comida vayan por las nubes”, dijo.
Chirinos destacó la necesidad que los aumentos de salarios deban ser discutidos con el mecanismo tripartito (trabajadores, empresarios y Estado, pero esta realidad en Venezuela no se aplica desde hace muchos años dejando en el presidente la potestad de decidir sin debatir con nadie las alzas del sueldo. “Hoy el escenario es un llamado Consejo Nacional de la Economía Productiva donde el libre pensamiento está prohibido y todas las decisiones son directas del Poder Ejecutivo, usando a una central gobiernera donde a sus dirigente están totalmente arrodillados y el premio es convertirlo en ministro o constituyentes”.
El también dirigente del Partido Socialismo y Libertad (PSL) calificó burla este aumento, ya que con la brutal inflación se convierte en sal y agua. “Por ejemplo con los apenas 40 mil bs de incremento mensual no se puede adquirir ni un cartón de huevo que cuesta 57 mil bs y ni imaginar un pollo que esta sobre los 60 mil si se consigue”.
Planteó que la única manera de enfrentar esta cruel realidad es imponerle al Gobierno un aumento general de sueldos y salarios donde la punta de iceberg es la lucha del movimiento sindical autónomo. “Debemos regresar a los portones de las fábricas, legitimando nuestras organizaciones a través de elecciones libres y trasparentes, siendo el trabajador quien construya las políticas y exigencias al Gobierno de turno”, concluyó.
Nota de prensa