Sin previa cita viene el cambio, por @joseluismonroy

Sin previa cita viene el cambio, por @joseluismonroy

thumbnailjoseluismonroyHola que tal mi gente,  el cambio muchas veces se siente como una profunda necesidad… Y el problema con el que se enfrentan algunos es no saber lo que quieren cambiar. Porque el cambio también necesita de una razón y de un objetivo claro y no sirven como fundamento las naderías, porque ningún cambio surge a partir del simple deseo de que algo cambie… ni siquiera sentirlo como una necesidad.

Suele ocurrir que la primera respuesta a una necesidad es cambiar… pero el solo cambio no es suficiente. La voluntad personal para activarse necesita de algo más que una simple necesidad por muy profunda que ésta se sienta. La voluntad fenece fácilmente ante las justificaciones que uno mismo genera, ante las posibles implicaciones y ante el temor a lo desconocido que se produce en su mente.

Usted los ha visto, y yo también, personas que quieren cambiar, porque saben que deben cambiar… y, sin embargo, las medidas que adoptan para cambiar no involucran real y conscientemente ni mucho menos un cambio interno poderoso. Habitualmente fracasan, porque no están dispuestos a cambiar lo que sí hay que cambiar. La necedad de seguir siendo lo que son es suficientemente letal para matar el ideal de lo que podrían llegar a ser.





Sólo algunos deciden hacerlo, sólo algunos eligen el cambio, en el mismo lugar, con la misma imagen y con la misma gente; sólo algunos se atreven a renunciar a lo que eran para ser diferentes y sólo algunos aceptan ese duelo y esa aventura; sólo algunos analizan, ponderan y valoran qué sí y qué no debe quedarse… Sólo algunos, muy pocos…  entienden que los cambios que no se hacen desde dentro siguen siendo necesidades que llevarán a cuestas adonde quiera que vayan. No importa cómo se pongan ni lo que hagan ni con quién estén.

Los cambios que no son desde dentro, los cambios que no le obligan a renunciar a una parte de sí mismo, a una actitud, a un pensamiento, a un sentimiento o a una emoción… no son cambios; sólo son adaptaciones irreales a las mentiras que cada uno desea contarse para seguirse mintiendo y, sobre todo, para seguir postergando la confrontación con uno mismo y con esa realidad que no se quiere ver ni aceptar y mucho menos enfrentar.

Por eso hoy le invito a dejar de engañarse con cambios basados en futilidades, con cambios lectivos más que sentidos, y con cambios quiméricos más que reales.

“Cuando el espíritu está abatido, es menester sacudirlo”. 

Si usted, en algún momento, ha sido de los que ha intentado cambios irreales, esfuércese con brío ahora para cambios reales, esos, los de dentro, los que implican dejar de ser esa parte que ya no se puede ser, para ser la mejor versión de sí mismo. Ésa es la clave: tener el brío, el espíritu, el valor de resolución y la fuerza interior para impulsarse hacia el nuevo cambio. El cambio bien encauzado, con objetivos y metas claras, con enfoque personalizado y directo hacia esos pensamientos, en esos razonamientos y en esas emociones, porque es ahí en lo más íntimo, donde está la verdadera necesidad de acabar con la mentira y la pérdida de tiempo y, finalmente, con esa necedad que hay que desterrar.

Tú que me lees  y quizás  has  seguido a menudo esta columna, sabe lo que pienso yo del cambio y lo que opino sobre eso, yo vengo diciendo que muy pronto llegara el gran cambio que todos queremos en nuestro país, algunos no me creen y piensan que esto es más largo de lo que ya llevamos, algunos hasta me fustigan, que de donde saco yo para afirmar algo así, solo sé que será pronto, ¿amigos si llega ese cambio y nosotros no hemos cambiado? capaz ni cuenta nos damos, ni tampoco seremos parte de la transformación que viene, por eso yo le invito a que nos dejemos de lamentaciones y empecemos a ser parte de lo que viene, estoy seguro que así será mucho mejor , tú tienes que ser el protagonista y recuerda

#ElLIDEReresTU

Como siempre, usted elige…

@joseluismonroy