El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, quien afronta el comienzo de un proceso de destitución, debería oír el llamado de su pueblo y renunciar, dijo el martes Emmerson Mnangagwa, el candidato del partido oficialista para reemplazarlo, reseña Reuters.
El partido ZANU-PF planea presentar la moción de destitución al Parlamento, después de que el lunes se cumplió un plazo para que el líder de 93 años dimita y ponga fin a casi cuatro décadas en el poder.
Pese al complejo escenario que afronta, Mugabe no ha mostrado señales de que vaya a renunciar. El líder convocó a una reunión semanal del Gabinete para el martes, la primera vez que los ministros se encontrarían desde que los militares tomaron el control del país la semana pasada. Pero el Ministro de Información dijo que no sabía si los funcionarios asistirán.
“El pueblo de Zimbabue ha hablado (…) y mi llamado al presidente Mugabe es que debería oír este llamado (…) para que renuncie, de modo que el país pueda avanzar y preservar su legado”, afirmó Mnangagwa en un comunicado.
El Ejército tomó el poder debido a que Mugabe despidió a Mnangagwa como vicepresidente para allanar el camino al poder a su esposa Grace, impopular entre muchos zimbabuenses. Reuters informó en septiembre que Mnangagwa estaba planificando suceder al líder al mando de una coalición respaldada por el Ejército.
El plan de sucesión contemplaba un Gobierno de unidad que tendría la bendición de buena parte de la comunidad internacional y permitiría la revinculación de Zimbabue con el mundo exterior. Su principal objetivo sería la estabilización de su economía.
En el borrador de la moción de impugnación, el partido ZANU-PF -que expulsó a Mugabe el domingo- lo acusó de ser una “fuente de inestabilidad”, de incumplir con el imperio de la ley y de presidir durante una “debacle económica sin precedentes” en los últimos 15 años. También afirmó que Mugabe abusó de su mandato constitucional para favorecer a su esposa Grace.
El sábado, cientos de miles de personas salieron a las calles de Harare para celebrar la inminente caída de Mugabe, acusado por sus críticos de retener el poder a través del terror, de manipular elecciones y de hacer colapsar una otrora vibrante economía.