Al menos 107 personas han muerto en la última semana por los bombardeos de las fuerzas rusas y sirias en Guta Oriental, el principal bastión opositor de las afueras de Damasco, denunció hoy la Defensa Civil Siria, conocida como los “cascos blancos”. EFE
En un comunicado, los “cascos blancos” señalaron que los ataques aéreos, en uno de los cuales se utilizó supuestamente gas cloro, dejaron 600 civiles heridos y destruyeron cinco escuelas y dos instalaciones médicas.
Además, nueve centros de la Defensa Civil Siria, que lleva a cabo labores de rescate en áreas fuera del control del Gobierno de Damasco, fueron objetivo directo de los bombardeos.
Un voluntario de la Defensa Civil, Mahmud Adam, indicó enb el comunicado que se ha empleado todo tipo de armas en estos ataques: “La ciudad de Harasta fue atacada con armas incendiarias, se está usando munición de racimo contra muchas zonas, además de los misiles dirigidos desde la aviación”.
Adam lamentó también que la situación humanitaria es “muy extrema”.
“Hay también epidemias de enfermedades que no pueden ser tratadas. Hay muchos pacientes con fallos renales que necesitan diálisis”, indicó.
Guta Oriental es una de las zonas de distensión en Siria, auspiciadas por Rusia, Turquía e Irán.
Los “cascos blancos” recordaron que la reciente escalada de la violencia en la región se ha producido días antes del comienzo de una cumbre de los mandatarios de esos países en Sochi (Rusia), que se está celebrando hoy.
El comunicado indica que unos 390.000 civiles, entre los que hay 200.000 menores, están asediados en Guta Oriental, sin acceso a comida o asistencia médica, en lo que la ONU ha denominado como una emergencia humanitaria “crítica”.