ALTO:
GUERRA DE TRONOS:
La que está llevándose a cabo en el gobierno. Tras 18 años descubren que hay corrupción y corruptos muy bien enchufados de los distintos band@s que disfrutan el Tesoro Nacional desde 1999. Montan arremetidas contra un grupo para así acabar con otro u otros. Lo vimos en los casos PDVSA Oriente, en el Arco Minero y ahora en Citgo. Los protegidos desde muy arriba siguen siendo intocables. Las escaramuzas van contra Rafael Ramírez y su combo, Ameliach, Diosdado y otros. ¿Limpian el escenario para 2018?.
MEDIO:
OIDOS SORDOS…¿Y SOVIÉTICOS?:
Muchos se sorprendieron con el duro comentario del periodista y político José Vicente Rangel Vale – quien fuera vicepresidente, ministro de la defensa y de relaciones exteriores de Hugo Chávez- contra la actuación del gobierno de Maduro enfatizando el despelote económico y financiero con inflación galopante, imposibilidad de sobrevivencia para el pueblo sin aplicación de las medidas económicas requeridas, escasez de alimentos y medicinas y falta de decisión para enrumbar el destino del país hacia logros posibles con solo voluntad de hacerlo. Con datos de los últimos meses pudiéramos descifrar de donde arranca la molestia de José Vicente Rangel con Nicolás y su combo de gobierno. Cercano como siempre ha sido al poder y con la exagerada y absoluta confianza que en él tuvo Hugo Chávez, Rangel ha intentado varias veces conversar con Maduro sobre el tema económico-financiero. En las pocos momentos que ha tenido éxito sus consejos y advertencias han sido dejados totalmente de lado. Aún a sabiendas que Maduro y sus funcionarios han recurrido “n” veces a su programa dominical para “venderle al país la idea de un gobierno eficaz y actualizado”. La verdadera razón radicaría en el hecho de que Nicolás solo cree y escucha al economista español del partido Podemos, Alfredo Serrano Mancilla, quien con la venia de Raúl Castro desde Cuba junto a su designado asesor Orlando Borrego (asistente del médico y guerrillero Che Guevara en el ministerio de economía en 1959) controla las decisiones de Maduro y sus incapaces ministros y funcionarios, muchos de ellos inmersos en una vertebrado sistema de corrupción y negocios con la divisa estadounidense. Por todo ello, aunado al afán de Serrano de repetir la fracasada experiencia soviética de los años sesenta, Maduro no escucha a nadie más. De allí el retiro de muchos economistas rojos que acompañaron a Chávez pero se han desligado de Maduro y han hecho públicas sus críticas. Tras la última entrevista de José Vicente al presidente en el Palacio de Miraflores, Rangel quiso insistirle en la urgencia de tomar medidas serias para enderezar el panorama económico venezolano pero Maduro eludió el encuentro que estuvo pautado al terminar el programa. ¿Sería esa la gota que colmaría el vaso respecto a la falta de interés del mandatario por buscar soluciones apropiadas a la peor crisis económica del país en toda su historia?. Se comprueba que Nicolás no escucha a nadie que no sea Serrano Mancilla. Muchas veces lo hemos denunciado en esta columna. Recordemos que tanto Pablo Iglesias como Juan Carlos Monedero, dirigentes fundadores del partido español de izquierda radical Podemos –acusados en su país de haber recibido dineros de los gobiernos de Hugo Chávez de Venezuela y Mahmud Ahmadineyad de Irán- recomendaron al caudillo militar venezolano la escogencia de Serrano Mancilla como asesor económico. Chávez, nadando en ese momento en barriles petroleros a $100, llegó a presentárselo al presidente de Ecuador, Rafael Correa, y le financió la fundación de un Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, CELAG, cuya definición en su página indica que es “una institución dedicada a la investigación, estudio y análisis de los fenómenos políticos, económicos y culturales de la región, cuyo objetivo es elaborar saberes e instrumentos para entes decisores de políticas públicas, estrategias electorales o acciones sociales”. Correa dio el apoyo a la iniciativa de Chávez y Podemos pero nunca siguió algún lineamiento económico del Celag. Frases del asesor: “…experimentaremos en Venezuela la reivindicación del modelo socialista soviético, el de la URSS, y demostraremos que si puede ser exitoso”. Ciertamente es exitoso: escasez de productos, hambre pareja, crisis humanitaria de alimentos y medicinas, estado fracasado, corrupción en todos los sectores burocráticos, buena vida y prerrogativas totales para sus dirigentes, propaganda de odio contra los que no están con el “apparatchik” del régimen y Gulag para los que se opongan políticamente.. ¿Se les parece a algún país? …
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