La fundación internacional The Heritage Foundatión, presentó su informe anual sobre el Índice de libertades Económicas. Desde hace veinte años, esta Fundación elabora un informe individual en más de 170 países, entre ellos el nuestro. El estudio se basa en la capacidad que tiene la nación de promover su actividad económica, en el empoderamiento individual y en la prosperidad de su población. Es decir, la relación que existe entre la libertad económica y el progreso de los pueblos.
En el rango número uno se encuentra Hong Kong y en el número diez Chile. Nuestro país se sitúa en el penúltimo lugar: el 179, solo por encima de Corea del Norte. Cuba es el antepenúltimo país del rango. Un vergonzoso trio, “Dios los cría y ellos se juntan”, reza el dicho popular.
La mayoría de las naciones del mundo están viviendo tiempos más prósperos, han logrado abatir la miseria, el hambre, las enfermedades y la ignorancia. Muy pocos países, como los del vergonzoso trio, van en contravía del progreso de su nación. Los países más prósperos han logrado su bienestar gracias a que el Estado ha proporcionado seguridad jurídica y políticas públicas eficientes que garantizan la libertad económica.
El régimen en casi diecinueve años en el poder, ha conculcado la carta magna negando el derecho fundamental que tiene toda persona al trabajo, a la propiedad y a la libre iniciativa. El resultado de esta política es que sufrimos la inflación más elevada del mundo, más de ochenta por ciento de pobreza, elevados niveles de desnutrición, más del noventa por ciento de escasez de alimentos esenciales y medicinas y la caída consecutiva del PIB.
Nuestro país desde 1999 ha venido descendiendo en el rango de las naciones donde se permite la libertad económica. El motivo principal de este descenso es que el régimen ha violentado el estado de derecho, mediante la violación sistemática de los derechos de propiedad, la opacidad en el manejo de las instituciones del poder ejecutivo y la ineficacia del poder judicial. No menos importante en la evaluación negativa, ha sido el crecimiento desmedido del gobierno en detrimento de la actividad privada, el injustificado control de cambio, el aumento irracional del gasto público y la emisión de dinero inorgánico.
En Chile, país que ocupa el rango número diez de las naciones que disfrutan plena libertad económica, existe la autonomía de los poderes públicos. En esta nación, en el poder ejecutivo se alternan, un partido socialista con partidos de centro derecha. A pesar de la orientación ideológica, los gobiernos mantienen el respeto por los derechos al libre comercio, la libertad laboral y la convertibilidad de la moneda. En sus relaciones económicas internacionales, como la mayoría de los países del mundo, mantienen regulaciones arancelarias y para arancelarias con mercados abiertos, que permiten la libertad comercial, la libertad de inversión y la libertad financiera, como garantía del libre comercio internacional.
Los integrantes del trio vergonzoso, son los únicos países del mundo que siguen justificando su fracaso político con guerras económicas internas, bloqueos financieros y comerciales y amenazas de invasión para mantener una bondad moral inexistente que únicamente lo que ha producido es miseria y muerte. Países con afinidad ideológica al trio, como Nicaragua, China y Vietnam, se encuentran en mejor posición en el rango del respeto a la libertad económica, a pesar que mantienen serias limitaciones a la libertad política.
Nuestra nación no puede seguir perteneciendo a este club de fracasados internacionales, solo hay una manera de salir de este régimen y es mediante la unión de todas las fuerzas democráticas de nuestro país, que alienten el apoyo internacional, para lograr un cambio mediante la vía democrática pacífica y constitucional.
@fernandocaminop