Carta de Manuel Rosales a los militantes de Primero Justicia y Voluntad Popular

Carta de Manuel Rosales a los militantes de Primero Justicia y Voluntad Popular

Manuel Rosales durante un evento hoy en el municipio Catatumbo (foto vía Twitter)
Manuel Rosales durante un evento hoy en el municipio Catatumbo (foto vía Twitter)

 

El candidato a la gobernación del estado Zulia, Manuel Rosales, envió una carta abierta a los militantes de Primero Justicia y Voluntad Popular, en la que dice que  lo importante no es un partido, sino la causa , y esa hoy es el Zulia. “Si tenemos el coraje de echar las revanchas a un lado, nos maravillaremos del cambio que vamos a provocar para inspirar nuestra nación”, agrega.

A continuación la carta completa:





Maracaibo 03 de diciembre de 2017.

Queridos amigos, a lo largo de mi vida ofrendada a la política, yo pensé siempre que era importante tener un partido, y hacer las transformaciones públicas desde sus entraña. Yo nunca antes tuve una experiencia como la que he tenido en estos días, desde que la codicia y las pasiones, dejaron al Zulia sin su legítimo gobernador electo.

Ha habido distancias de algunos jefes de partido; incluso los comprendo, porque esta es una hora de grandes confusiones. Al mismo tiempo he recibido de ustedes, muestras de hermandad sincera y verdadera, practicada conjuntamente por gente de todos los sectores del Zulia , independientemente de su partido.

Ustedes pueden asustarse por estas palabras que vienen de mí. Pero en esta peregrinación por este Zulia que amo, lo que yo he visto y experimentado, me ha obligado a que reestructure muchos de mis pensamientos , y me veo obligado a dejar algunas de mis ideas anteriores de lado.

Creo que lo importante no es un partido, sino la causa , y esa hoy es el Zulia. Si tenemos el coraje de echar las revanchas a un lado, nos maravillaremos del cambio que vamos a provocar para inspirar nuestra nación.

Los necesito, y se los digo sin esguinces y medias tintas, los necesito a mi lado. He sido siempre un hombre que intenta enfrentar los hechos, y aceptar la realidad de la vida con la nueva experiencia y el nuevo conocimiento que trae. Y, ustedes son indispensables.

Durante los últimos once días, de campaña , he comido del mismo plato con ustedes los militantes de Voluntad Popular y Primero Justicia , incluso bebido del mismo vaso, y estado en la misma misa – mientras orábamos a la misma Virgen, nuestra Chinita – como compañeros, cuyos ojos anhelan ver el mismo cambio, cuyo corazón palpita por los mismos deseos , y que tienen la misma meta de una Venezuela pujante.

Aquí, en esta mesa de noche, mientras escribo en silencio, viendo el retrato de mis hijos y nietos, tengo las visiones más claras sobre lo que está pasando ante este proceso electoral. El venezolano no puede ser culpado de sus animosidades ante el llamado a votar, él sólo está reaccionando a los años de atropello consciente del actual régimen de Gobierno.

Pero como la preeminencia del desaliento y la pérdida de la fe en el voto están llevando a Venezuela al camino del suicidio, yo creo, de acuerdo a las experiencias que he tenido con ustedes , que los zulianos militantes de cualquier partido, en las universidades, facultades, barrios y urbanizaciones, tomarán conciencia y volverán al camino de la verdad, la única manera de salvar a Venezuela del desastre a que la abstención la llevará inevitablemente.

En el pasado me permití hacer acusaciones aplastantes contra las personas que no creían en la vía electoral, y estas generalizaciones quizás han causado las lesiones a algún militante que quizás no mereció ser herido. Pido perdón, y les tiendo no mi mano, sino mi corazón.

Debido al amor y apoyo que he recibido de ustedes los militantes comunitarios de Primero Justicia y Voluntad Popular, debo darles las gracias, repetir que los admiro, y por eso me visto de naranja, de azul,de blanco, y de amarillo, para declarar ahora, con total sinceridad, que deseo ser la expresión de un Zulia unido, de libertad, justicia e igualdad, vida, libertad y felicidad.

Cuento con ustedes, y ustedes conmigo.

Manuel Rosales