Tan inexistente como el progreso que ha dejado la “revolución” en Venezuela, o como la frase “Chávez vive” o como la eficiencia de Pdvsa, así debe ser el “Petro” en la cabeza del presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro Moros.
Una propuesta vacía, incompleta e incierta. Viniendo de la cabeza “pensante” del que comanda al país más pobre, con el gobierno más controlador, del hemisferio este del planeta Tierra ya el “petro” huele a chanchullo comercial internacional y ni tiene 24 horas de haber sido anunciado.
Las criptomonedas son el mejor y mayor ejemplo del capitalismo puro, simple, tecnológico y eficiente: Computadoras a su máxima expresión realizando funciones algorítmicas y matemáticas resolviendo ecuaciones complejas; con total libertad económica para subastarse y ponderarse para facilitarle la vida a los ciudadanos sin ningún tipo de control en el mercado, solo la oferta y la demanda… ¡EL FUTURO!
El gobierno bolivariano es TODO lo contrario, el estado paternalista en su máxima expresión buscando igualdad, restando y hacia abajo, de todos y cada uno de la gran mayoría de sus ciudadanos, menos el grupito que sigue chupando dólares a como de lugar: con difteria, sarampión, escasez de medicinas y alimentos… ¡EL PASADO!
Nicolás piensa en “El Petro” como una manera de salir del desastre económico que ellos mismos se inventaron; dice que estará respaldado por nuestras reservas de petróleo y gas, así como por el oro y los diamantes. Para ello se requeriría que un gobierno socialista piense como una empresa eficiente y si hay algo de lo que estamos seguros, es que estos rojos solo saben hacer bien agua con sal: tu salario.
Así debe ver “El Petro” Nicolás en su cabeza, fiel al culto a la personalidad de los comunistas:
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