Lo primero es admitir que estamos atrapados en ella, en la farsa. Ese es el principal reto: admitirlo. A los farsantes los vemos a diario y, sin embargo, huimos de la aceptación del drama. Y, ¿por qué drama? Si bien no lo sabemos a ciencia cierta, intuimos, predecimos e incluso lo conversamos: sería un horror. Y, sin embargo, los farsantes nos hacen una jugarreta y otra y otra más y pareciera que esa farsa le gana adeptos.
Hola que tal mi gente, Acaso muy en el fondo queremos vivir en la farsa y que el drama se vuelva realidad, como en Shakespeare, creemos que el destino está escrito y nada podemos ya cambiar. Es una trampa mental, porque nada está escrito y los farsantes podrían desmoronarse. Pero lo primero es ponerlos en palabras, son unos farsantes y pueden ganar si no los desnudamos. Maduro siempre fue un farsante y hoy es Presidente. No hay sorpresas, su gobierno ha sido lo que se predijo, un desastre. Pero ese no tiene que ser nuestro destino final, lo primero que tenemos que hacer es nombrarlos, “cambiar las palabras también cambiará los hechos” Si la farsa echa raíces, Resultado: la República como farsa.
Con ligereza se habla de elecciones presidenciales para el año que viene, luego de la farsa de la constituyente, gobernaciones y esta última de las municipales de este pasado 10 de diciembre.
Siguen de farsa en farsa, ahora nuevamente se van para Republica Dominicana, los farsantes del gobierno y los de la Mud que han resultado tan abominables como sus pares del régimen, sin duda son como siameses, unos para los otros, no tienen límites.
Seguro de sus abusos, con soberbia, cometen errores. Han logrado hacer de sus actuaciones políticas una muy popular pantomima. Los farsantes usan lo que sea necesario para vender una falsedad. Pero lo grave no es que lo intenten, sino que consigan sus objetivos. La República podría ser guiada por unos farsantes que dominan la pantomima. No es juego, estamos ante un asunto muy serio. Más allá de derechas o izquierdas, el problema es otro. Los farsantes lo degradan todo: de una encuesta a una institución de interés público como lo es un partido. Lo que toca se transforma en farsa. Además cuentan con una cantidad de vagabundos que se les conoce en el medio como lobbitas, estos son peores con tal de lograr unos “churupitos” se arrastran donde sea y se inventan unas historias a favor de los farsantes.
Pero tipos así los habrá siempre, lo que nos corresponde es la reacción ciudadana. Pareciera que hay una conciencia de culpabilidad que le valida todo, como si le hubiésemos infligido una enorme ofensa y ahora tuviéramos que tragarnos sus caprichos.
Se asumió que de verdad ganó la Presidencia en 2013, contra todos los argumentos y números, todavía le abrieron una rendija de duda que le permite seguir vivo y corromper la República. Es una complicidad silenciosa. Le dieron vida, lo alimentaron, Al permitirle la pantomima traicionaron al país, allí están la cantidad de jóvenes que todavía su sangre se siente en el asfalto de estas calles, o de los miles que se han ido huyendo del hambre, así como los caídos porque no se les consiguió la medicina para su enfermedad. Los que no le crean, que se opongan públicamente, que lo digan, que se deslinden de la eficaz y peligrosa farsa.
Nada le hemos hecho, nada le debemos, no hay deuda. La responsabilidad es nuestra, porque somos capaces de comer farsa todos los días y, además, sonreír. Romper el silencio cómplice comienza por nombrarlos: se llaman, Henry al cuadrado, si así ud lo desea, Julio, Henrique, Leopoldo, Manuel, Timoteo, Luis, Lilian y un largo etc. Si lo prefieren los puede seguir nombrando yo solo me encargo de asomarlos, todos saben que yo no tengo ningún problema de llamar las cosas por su nombre, para mi todos son farsantes y parte de este desastre, así que si ud los tiene un altar, para unas venideras elecciones, les digo lo siguiente, que primero hay que salir de este desastre y sus cómplices, limpiar la casa, y luego pensar en elecciones.
El mesías no está disponible siempre.
#ElLIDEReresTU
@joseluismonroy