El cardenal venezolano y arzobispo de Mérida, Baltazar Porras, dijo este martes a EFE que lo primero que debe negociarse en el diálogo entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro es “la salud y la tranquilidad” del pueblo de Venezuela, tras señalar el “deterioro” en la calidad de vida en el país.
“Hace falta conversar, hace falta buscar vías de solución, hace falta negociar y lo primero que hay que negociar es la salud y la tranquilidad de la población venezolana”, dijo a Efe Porras, quien además consideró que las partes deben aportar información más “transparente y sincera” sobre el proceso de diálogo.
“Vemos que el Gobierno celebra el diálogo y, por otro lado, por parte de los que se han acercado a negociar, no informan suficientemente claro a la población qué es lo que están haciendo, lo cual también hace que gente los califique de forma un tanto despiadada”, agregó.
El cardenal, que afirmó asimismo que no ha habido “ningún avance” en el diálogo, destacó que es necesario que se le dé pronto una respuesta a la crisis “tanto para los procesos electorales como para que se abran canales en los que exista un respeto mayor a la dignidad de las personas y a los derechos humanos”.
Porras insistió en que “buena parte” de la gente no tiene “ninguna posibilidad de acceso” a alimentos y medicinas por la escasez de los mismos, por lo que “esto tiene que ser un elemento clave en cualquier tipo de negociación”.
El religioso destacó que a Cáritas de Venezuela llegan constantemente personas pidiendo ayuda para conseguir medicamentos y defendió la idea de que se necesita una ayuda humanitaria para comenzar a solucionar el problema de la escasez de medicinas.
“Creo que son situaciones que no se pueden ocultar ni se pueden negar”, apuntó.
El arzobispo también abogó por la liberación de los que se consideran “presos políticos”, pues dijo, en la Conferencia Episcopal de Venezuela siempre reciben denuncias de los “maltratos” a los que son sometidos los encarcelados.
La Iglesia Católica venezolana se ha mostrado a favor del diálogo como vía de solución a la crisis, pero ha señalado en diversas oportunidades que debe ser un proceso “sincero” y con voluntad de resolver los problemas que aquejan al país.
El proceso de diálogo venezolano comenzó formalmente el pasado 1 y 2 de diciembre en República Dominicana, con el auspicio del mandatario de ese país, Danilo Medina, y del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero.
Además, las conversaciones cuentan con la observación de los cancilleres de Chile, México, San Vicente y Las Granadinas, Nicaragua y Bolivia.
En estas reuniones, que se reanudarán el 11 y 12 de enero, la oposición exige, entre otras cosas, la apertura de un canal humanitario para el ingreso de medicinas y un cambio en el Consejo Electoral, mientras que el Gobierno pide el levantamiento de las sanciones económicas internacionales.