Me atrevo a asegurar que este 2017 ha sido el peor diciembre que han conocido todos los presos políticos, aquellos en libertad sujetos a medidas cautelares y los que permanecen en las cárceles, porque se hizo más que evidente“un inmenso fango asqueroso: gobierno y oposición”, inmersos en un“esquema colaboracionista”. El consenso político del diálogo generó servidumbre voluntaria dando lugar a la escalofriante propuesta de que Timoteo Zambrano sea el nuevo Presidente de la Asamblea Nacional. A menos que el objetivo sea enterrar a la oposición venezolana. No hubo ruptura moral en la MUD, ¡no!, desde siempre han sido unos inmorales, “son marionetas acopladas al paso del amo que los pone, quita y mueve”.
En este contexto, lo que le sucede a los presos políticos es crítico, así como dejan morir a los niños los están dejando morir a ellos, consecuencia de desvirtuar la facultad jurisdiccional de castigar,hecho denunciado por @acciónporlalibertad: “José Gámez, recluido en #Guarico. Recientemente sufrió un ACV y es víctima de muchas torturas, una de ellas cuando el régimen dio la orden de que “se pudriera en la cárcel”.Otros ejemplosson Vilca Fernández, los generales Vivas y Ramón Lozada, el alcalde Alfredo Ramos, Daniel Ceballos, Carmen Andarcia, el Prof. Santiago Guevara, Carlos Julio Velasco, Kamel Salame, para quienes se pide con insistencia libertad y atención médica, negándoles ostensiblemente el derecho a la salud y disminuyendo sus perspectivas de vida.Si a esto se le suma que el Fiscal General de la República es un alterado que ofrece golpes por Twitter, queda claro que la Ley del Odio tiene como objetivo fomentarlo en vez de combatirlo.
La MUD usa el tema de los presos políticos como el del canal humanitario, insisten en ellos como prioridades pero sin ánimo de concretar nada que no sean los intereses personales de quienes secuestraron a la alianza opositora. Poco sirve pedir sensatez y unidad a la dirigencia política, el deterioro de esa dirigencia en los últimos meses es tan vertiginoso que resulta difícil explicarlo incluso a quienes tras las rejas siguen teniendo esperanzas en ellos, subestimando la capacidad de destrucción que han asimilado de sus pares de la izquierda que los absolvieron, manifestando que no son más que fascistas enemigos de la libertad, ante ellos no existe otra alternativa que conservar la dignidad y actuar en conciencia porque la lección y el escarmiento han sido de marca imborrable.
¿Navidades felicesde los presos políticos? Las perspectivas derivadas del contexto político nos hacen dudar. Enrique Aristeguieta es lapidario al respecto: “Se reunirán de nuevo, pero de allí no saldrá nada que favorezca al país ni a sus habitantes. En realidad, aquí no hay nada sobre que dialogar, como no sea poner fin a este horror llamado Socialismo del SXXI”,y el Padre Luis Ugalde expresa la tragedia nacional que nos arrastra junto al régimen: “La verdad de nuestra Navidad es que el omnipotente gobierno se derrumba porque con él mueren los niños, se llenan las cárceles, se derrumban los hospitales y se van errantes los jóvenes”. Distintas percepciones de una realidad que sigue dejando a los presos políticos sin derechos ni garantías y con pocas esperanzas de ser redimidos por los líderes del G5MUD.
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