El canciller venezolano, Jorge Arreaza, culpó este jueves desde Pekín a Estados Unidos por la crisis de la deuda de su país, al asegurar que sufre una “agresión permanente” de Washington causante del deterioro de la economía.
Durante una visita oficial de tres días a la capital china, Arreaza atacó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a las sanciones norteamericanas y europeas.
“El nuestro es un país bajo ataque y agresión permanente por parte de los gobiernos de Estados Unidos”, dijo Arreaza en una rueda de prensa en la que cubrió de halagos a China, uno de los principales acreedores del país.
“Gracias a Dios la humanidad cuenta con la República Popular China para garantizar la paz o, al menos, la menor cantidad de conflictos”, dijo.
Venezuela está sumida en una crisis política y financiera. El gobierno del presidente Nicolás Maduro endureció este año la represión de las manifestaciones en Venezuela motivadas por la escasez de alimentos y productos médicos básicos que sufre el país.
Según expertos, Venezuela debe entre 20.000 y 30.000 millones a China de una deuda total que ascendería a 150.000 millones.
Venezuela fue declarada en default parcial de su deuda el mes pasado, cuando firmó un acuerdo para reestructurar su déficit con Rusia. Pekín, por su parte, se ha mostrado confiado en que el país pueda “gestionar apropiadamente” la crisis de la deuda.
A principios de diciembre la compañía estatal china Sinopec encausó en Estados Unidos a la petrolera venezolana PDVSA, acusándola de no haber completado el pago de una venta de barras de acero de un valor de 43 millones de dólares.
Pero el diferendo quedó resuelto.
Al ser preguntado sobre si China y Venezuela habían alcanzado un acuerdo sobre la cuestión de la deuda, Arreaza dijo que su visita no estaba centrada en la crisis de la deuda.
China ha garantizado “relaciones de cooperación, de respeto mutuo, de ganancias compartidas y de paz en el mundo”, dijo Arreza.
Arreaza también criticó la primera Estrategia de Seguridad Nacional de la administración Trump por su postura respecto a China, Rusia y Venezuela.
El documento, publicado esta semana por la Casa Blanca, califica a China de poder revisionista y a Venezuela de “dictadura”, una conclusión que el canciller venezolano rechazó de plano. AFP