¿Te gustan las cosquillas? Aunque genera risa, para muchas personas puede ser una sensación desagradable; sin embargo, existen otras que pueden disfrutan al máximo de esta experiencia porque las califican como cosquillas de placer.
De acuerdo con información del portal Sexología, las cosquillas pueden convertirse en un elemento clave en los juegos eróticos al estimular las zonas responsables del placer.
La también conocida como Tickling genera una gran excitación en las personas con sólo hacer o recibir cosquillas en diferentes partes del cuerpo, ya sea con las manos o con otros artículos como plumas, flores y telas.
Los lugares ideales para generar estas cosquillas de placer son las axilas, costillas, palmas de las manos, rostro, rodillas, vientre y los pies. La clave para utilizarla como juego o preámbulo es realizarlo con suavidad.
Por su parte, Adrián Sapetti, de la Comisión Directiva de la Sociedad Argentina de Sexualidad, señala que la práctica del cosquilleo o “Tickling” no necesariamente implica la culminación de la penetración.
El especialista detalla que cuando las cosquillas de placer se realizan con mutuo acuerdo de la pareja no implica problemas, al contrario, se genera un nivel de éxtasis muy fuerte.
“El cosquilleo genera una liberación de aminas en el cerebro que producen una sensación de goce, excitación y orgasmo”. En tanto, a nivel emocional se experimenta un bienestar y se estrechan vínculos con la pareja.
No obstante, cuando la persona sólo puede excitarse de esa forma implica ya una parafilia denominada knismolagnia, la cual debe tratarse con un médico especializado, a fin de lograr una sexualidad plena. Y tú, ¿te excitas con las cosquillas?
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