Un mes después de las elecciones presidenciales de Honduras, la tormenta política y social que sufre el país arrecia tras el recurso de nulidad por “fraude” que presentó el martes la oposición contra la declaración del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de adjudicar la victoria al presidente Juan Orlando Hernández, reseñó AFP.
Manuel Zelaya, coordinador de la izquierdista Alianza de Oposición Contra la Dictadura, que postuló como candidato al popular presentador de televisión Salvador Nasralla, entregó la demanda por un presunto “fraude en la suma de votos, alteración y falsificación de actas” del escrutinio y otras irregularidades que “se han traducido en la suplantación de la soberanía popular a su legítimo vencedor”.
El TSE declaró el pasado 17 de diciembre la polémica reelección de Hernández, abogado de 49 años del Partido Nacional (PN), por 42,95% contra 41,25% para Nasralla, de 64.
En el escrito, la principal coalición opositora recusa a dos de los tres magistrados del TSE, David Matamoros y Saúl Escobar, denunciados ante el Ministerio Público por “delitos electorales” al considerar que tomaron “partido por Hernández” y “adulterar(on) resultados”.
“Hasta el último día de mi vida, de mi existencia aquí en esta tierra, voy a estar defendiendo el triunfo del pueblo, el triunfo de la alianza y el triunfo de Salvador Nasralla”, proclamó el miércoles el expresidente Zelaya.
No es la primera vez que Honduras hace frente a una petición de rectificación por su decisión de otorgar la victoria en las presidenciales a Hernández, reconocida por una docena de países, incluido Estados Unidos.
Luis Almagro, secretario general de Organización de Estados Americanos (OEA), recomendó convocar nuevas elecciones ante las irregularidades constatadas por una misión de observadores, después de que el organismo solicitara autorización al gobierno para enviar un delegado especial que investigue las muertes durante las protestas desatadas tras el comicio del 26 de noviembre.
Pero el ejecutivo hondureño dijo en una misiva publicada este miércoles que “no acepta la solicitud” de la OEA ante lo que consideró una “injerencia” de “opiniones políticas oficiosas” al proponer nuevas elecciones.
Los primeros resultados electorales daban como ganador al candidato opositor por cinco puntos de ventaja, pero el sistema de recuento sufrió frecuentes interrupciones que retrasaron los resultados a medida que Hernández acortaba distancia y luego aventajaba a Nasralla.
Piedras y barricadas
Tras la declaración del tribunal electoral, los simpatizantes de la alianza se lanzaron a las calles a protestar con barricadas de piedras, hogueras de neumáticos y palos en distintas regiones del país.
Unas protestas que comenzaron horas después del cierre de los colegios electorales y en las que han muerto 34 personas, según denuncia la oposición. El gobierno no ha cifrado el número de víctimas.
El presidente Hernández continúa el dialogo con diferentes sectores, reuniones a las que la alianza opositora no ha sido oficialmente invitada ni ha mostrado interés en asistir.
“No tenemos por qué negociar, ni transigir en un triunfo que se le debe al pueblo y hay que respetar al pueblo hondureño”, dijo Zelaya.
Nasralla, que anunció el viernes pasado su renuncia a luchar por la presidencia de Honduras tras el reconocimiento de Estados Unidos de la reelección de Hernández, se reunió nuevamente con Zelaya para diseñar una estrategia de movilización si el TSE declara “sin lugar” el recurso.
El tribunal electoral ya rechazó la impugnación de la votación, recuento y registro de votos presentado por la alianza, así como otro del Partido Liberal (PL, derecha), segunda fuerza opositora.
En busca de ampliar sus apoyos contra Hernández y defender su supuesta victoria en los comicios, Nasralla anunció la creación del “Frente Nacional Democrático Anticorrupción”, en el que participarían la alianza y otras fuerzas.