Las renuncias de funcionarios y cargos cercanos al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, prosiguieron hoy tras haber indultado en la pasada Nochebuena al exmandatario Alberto Fujimori de la condena de 25 años de prisión que cumplía por delitos de lesa humanidad, de la que había purgado casi once años.
El último en renunciar fue el consejo presidencial Felipe Arturo Ortiz de Zevallos, cuya dimisión fue anunciada hoy en el diario oficial El Peruano mediante una resolución suprema.
Ortiz de Zevallos es el segundo consejero de Kuczynski que renuncia tras el indulto de Fujimori, tras haberlo hecho esta misma semana Máximo San Román.
La lista de renuncias es larga y está encabezada por los ministros del Interior, Carlos Basombrío, y de Cultura, Salvador Del Solar.
Juanto a Basombrío también se fue el viceministro de Seguridad Pública del Ministerio del Interior, Ricardo Valdés, quien presentó su renuncia al mismo tiempo que su superior.
Kuczynski también perdió tres congresistas de su partido Peruanos Por el Kambio (PPK), lo que deja a su grupo parlamentario con apenas quince legisladores en un hemiciclo de 130 escaños que controla el fujimorismo con mayoría absoluta.
Otra sensible renuncia es la del director general de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Roger Rodríguez, quien sostiene que el indulto a Fujimori tiene serias irregularidades e incumple las exigencias y condiciones contempladas por la comisión de gracias presidenciales.
Asimismo, dimitió Katherine Valenzuela, encargada del Programa de Reparaciones Simbólicas, por considerar que tras el indulto a Fujimori no puede seguir representando al Ministerio de Justicia ante familiares de personas desaparecidas o asesinadas por las fuerzas armadas durante el mandato del expresidente.
La misma decisión tomó el presidente de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir), Juan Carlos Cortés, quien argumentó su renuncia en que el indulto a Fujimori “no solo quiebra las bases del Estado de derecho, sino principalmente esos principios que estamos obligados como funcionarios públicos a promover y defender”.
También hizo lo propio el presidente del Instituto Nacional de Radio y Televisión (IRTP), Hugo Coya, a cargo del canal de televisión y de la emisora de radio estatales, así como otros cargos de confianza en la administración de Kuczynski.
El sustento del indulto es una supuesta enfermedad grave, degenerativa e incurable que se agudiza dentro de prisión, pero existe la sospecha de que se trató de un acuerdo político para que Kuczynski siguiera gobernando a cambio de la libertad de Fujimori, ambos de 79 años.
El indulto fue concedido solo tres días después de que Kuczynski se salvase de ser destituido por el Congreso gracias a la abstención de un pequeño sector del fujimorismo que lidera Kenji Fujimori, hijo menor del expresidente, quien le había medido al actual gobernante que indultara a su padre.
Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de prisión como autor mediato (con dominio del hecho) de las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), ejecutadas por el grupo militar encubierto Colina, además de por los secuestros de un periodista y un empresarios tras su “autogolpe” de Estado de 1992.
El expresidente, cuya condena terminaría de purgar en 2032 con 93 años, se encuentra actualmente hospitalizado en una clínica de Lima por una descompensación sufrida un día antes de que le otorgasen el indulto.
EFE