Es bien sabido que darse un “gustico” en la Patria de Bolívar es un sueño que solo los llamados “enchufados” pueden hacer realidad.
Y en efecto, la gráfica a continuación lo confirma: un plato de pasta (Linguini con camarones) cifra en más de un millón de Bolívares.
Es decir, que si usted gana sueldo mínimo, tendrá que ahorrar sus quincenitas por más de ocho meses continuos para poder pagarlo.
Sin embargo, el Gobierno Bolivariano, que siempre piensa en el “bienestar del pueblo”, le tiene la solución socialista: su respectiva bolsita Clap -que incluye pasta de varias dimensiones- y su pasadita por la “Caravana de la Sardina” que semanalmente se apuesta en la plaza Bolívar de Caracas.