El rey Juan Carlos de España, padre de Felipe VI, cumple hoy 80 años, de los que 39 fue jefe del Estado, entre 1975-2014, tiempo en el que promovió la transición de un régimen autoritario, la dictadura del general Francisco Franco, a uno plenamente democrático y favoreció su consolidación.
Nacido el 5 de enero de 1938 en Roma, Juan Carlos abdicó en su hijo en junio de 2014, dejando atrás las polémicas que marcaron el final de su reinado.
El 22 de noviembre de 1975, cuando fue proclamado rey por las Cortes Españolas, pidió a sus compatriotas generosidad, altura de miras y unidad para abrir todos juntos “una nueva etapa en la Historia de España”.
En agosto de 1948, su padre, Juan de Borbón, y Franco habían acordado que se educara en España, pues la familia real española vivía entonces en el exilio. Y en julio de 1969, Juan Carlos juró como sucesor de Franco a propuesta del dictador, que murió en 1975.
A pesar de una unas Cortes totalmente franquistas, una oposición aún clandestina y consciente de los obstáculos que pondrían buena parte de los altos mandos militares de la época, Juan Carlos perseveró en el objetivo de ser “el rey de todos los españoles”, como se había propuesto.
Para que el proceso democrático se abriese paso con buen pie fue decisivo que nombrara a Adolfo Suárez presidente del Gobierno, así como su actitud en la noche del 23 de febrero de 1981, con una declaración pública, para desactivar el golpe militar de Estado, lo que le valió prestigio y reconocimiento nacionales e internacionales.
El 6 de diciembre de 1978, el pueblo español aprobó en referéndum la actual Constitución, redactada por un parlamento elegido democráticamente en 1977. En ella se establece la monarquía parlamentaria como sistema político y toda una serie de derechos y libertades.
Entre su intensa actividad de internacional, cabe destacar las cumbres iberoamericanas. La primera fue el 18 de julio de 1991 en Guadalajara (México), iniciativa que nace por el deseo de España y del rey Juan Carlos de concertar actuaciones con los gobernantes de esta comunidad de naciones.
Sin embargo, la imagen de la monarquía entre los españoles comenzó a desgastarse en los últimos años de su reinado debido al procesamiento judicial de su yerno Iñaki Urdangarin por un caso de corrupción, y de su propia hija Cristina, finalmente absuelta de colaborar en delito fiscal, y otras controversias, a las que sumaron frecuentes operaciones quirúrgicas.
Una de las polémicas más conocidas estuvo relacionada con un viaje a Botsuana que efectuó en abril de 2012 para participar en una cacería de elefantes, y donde se fracturó la cadera en una caída.
“Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir”, admitió el rey para disculparse y cerrar la crisis.
Desde que abdicara, Juan Carlos se mantiene en un discreto segundo plano, aunque sigue participando en actividades institucionales, y ha realizado 19 viajes internacionales, la mitad a Iberoamérica. EFE