La ciudad de Calabozo se ha caracterizado siempre por se una ciudad tranquila, al punto de que muchos dicen que su población no reacciona a las situaciones que vive el resto del país sin embargo la calma del pueblo fue interrumpida este sábado 13 de enero pasadas las nueve de la mañana luego de que un importante número de personas saquearan el Centro de Acopio de Mercal ubicado en Pinto Salinas, publica Noticias Calabozo.
Según fuentes extraoficiales allí se encontraba la comida que sería distribuida a través de los Clap a 21 mil familias del municipio Miranda.
La situación tomó por sorpresa a los organismos de seguridad a quienes se les escuchó decir “no nos damos abasto” y es que lo que comenzó con el saqueo del Mercal generó una reacción de cadena que continuó hasta El Peladero, ubicado también en Pinto Salinas, sin embargo allí los propietarios de los comercios decidieron lanzar piedras a quienes tuvieron la intención de saquear los establecimientos.
A raíz de esto las personas decidieron continuar hacia otros puntos arrasando con cuanto mercado se encontraron entre Pinto Salinas y Cñafistola, llegando incluso hasta el Supermercado Orituco, mercado con varios años en la zona.
Unos minutos bastaron para que quienes por años lucharon para levantar sus comercios vieran desvanecer el fruto de su esfuerzo, terminando estos en vidrieras rotas.
Los saqueos se extendieron hasta el centro de la ciudad, en donde por los alrededores del Banco Bicentenario, árabes y asiáticos sufrieron las consecuencias de una población que decidió al parecer como dice el refrán “tener comida para hoy y hambre para mañana”.
Más temor causó también el hecho de que helicópteros militares sobrevolaran la ciudad. Incluso efectivos tipo comando bajaban a rapel de estos.
Tiendas de ropa como Macuto también resultaron perjudicadas sin embargo fuerzas policiales llegaron al lugar logrando controlar la situación pasado el mediodía. Cabe destacar que además de Pinto Salinas y el centro de la ciudad, pequeños comercios de Misión Abajo también fueron víctimas de saqueos.
Podría decirse que entrada la tarde una tensa calma se siente en la ciudad. Organismos de seguridad lograron con perdigones retirar a los saqueadores de algunas zonas, particularmente del centro, pero ya el gran daño está hecho.
Calaboceños cuestionan estas acciones. Unos dice que es parte del hambre y la necesidad del pueblo. Otros refieren que se trató de vandalismo y muchos otros manifiestan su preocupación ante la ola de destrucción causada en los comercios, cuyos propietarios difícilmente puedan reabrir, quedando en el aire la gran pregunta: ¿y ahora qué pasará cuando los habitantes del municipio deban adquirir los productos de la cesta básica?.