Sigue imparable la escalada de precios en los diferentes productos de la dieta básica. Tanto en verduras como en frutas y carnes, pollo y res, han subido hasta más de 50 por ciento; aunque algunos precios se han mantenido e incluso otros han bajado, igualmente la población dice no tener dinero para enfrentar la semana con un buen mercado que le permita a su familia consumir los nutrientes requeridos para una buena alimentación. Así lo reseña lanacionweb.com
Por Marina Sandoval Villamizar
Así se vio este domingo en el mercado, donde algunos vendedores manifestaron preocupación por las ventas que evidencian, según dicen, que la gente está aguantando hambre. Consumidores señalan que con el sueldo mínimo no compran el mercado de la semana, por lo que acuden al bachaqueo, dijo una compradora aquejada porque ni siquiera con lo poco que hace mediante esa práctica que todos saben no es ética ni legal, tampoco le queda suficiente para comprar verduras y carne, como podía hacerlo incluso hasta principios de año pasado.
En una encuesta para conocer los precios de este domingo y los que imperaban a final de 2017 cuando la gente estaba escandalizada por los altos costos y lo que consideran especulación, se conoció que los productos que aumentaron su precio “de manera exorbitante” son el aguacate, que a final de 2017 estaba entre 8 y 10 mil bolívares, hoy está entre 18 y 27 mil bolívares; la papa y el plátano se consiguieron ayer a 24 mil cuando en diciembre estaban a 20 mil bolívares; la auyama subió de 16 a 20 mil bolívares; el apio de 30 a 40 mil bolívares, la cebolla de cabeza, de 100 mil subió a 140 mil; el tomate, de 20 a 24 mil bolívares.
Los productos que mantuvieron los precios fueron entre otros el ocumo, a 40 mil bolívares; la yuca, la cebolla larga y la lechuga, a 20 mil; de igual manera, bajaron la zanahoria de entre 80 y 100 mil bolívares a 60 mil; y el pimentón, de 200 mil a 120 y 160 mil bolívares como se encontraba este domingo.
No se pueden comer frutas
Y si la gente no puede hacer mercado de verduras, menos puede consumir frutas; es decir, según Dayana de Pablos, vendedora de frutas, no está consumiendo vitaminas ni esos requerimientos nutricionales por lo que es vital comer este tipo de alimento. Y es que según la encuesta, desde noviembre hasta ahora han subido el precio de todas las frutas, como el cambur, que de entre 15 a 18 mil bolívares ahora cuesta entre 25 y 30 mil; la lechosa a 35 mil bolívares el kilo y estaba a 10 mil en diciembre; la curuba estuvo a 8 y a 10 mil bolívares y ahora está a 30 mil bolívares.
Otro artículo que subió fue la parchita que estaba a 30 y 40 y ahorita está a 60 mil; el melón estaba a 25 y 30 y subió a 40; la piña está a 60 y 70 mil y estaba a 30 y 40 mil; la fresa de 20 a 25 mil bolívares el kilo, está a 60 y 70 mil bolívares; la mandarina ayer estaba a 40 mil el kilo y estuvo a 15 y 20 mil bolívares; el bulto de naranja que estuvo entre 35 y 40 mil bolívares a final de 2017, está a 200 mil bolívares –informaron vendedores-.
Otros productos que siguen imparables bajo la indiferencia de las autoridades del Sundde que según vendedores del mercado lo que van a hacer algunos funcionarios es a pedir, son el cartón de huevos, que de entre 120 y 170 que costaban a final de año, están a 235 y 250 mil bolívares; la panela cuesta 50 mil bolívares y en diciembre estuvo en 37 mil.
Vendedores y compradores coinciden en que “todo está incomprable y nada de lo que sube de precio, baja. Hay gentecita que venía a comprar un kilo de cambur, y a cómo está, qué van a comprar; el que tiene platica compraba un kilo, ahora compra medio, y si compraba medio kilo, está comprando unidades, dos mandarinas”.
Poca venta de carne y pollo
Y si los expendedores de fruta y verdura se quejan, los de carne también, pues dicen que muy poca gente está comprando, e incluso “renació” la práctica de venta de 300 gramos de carne, 200 gramos de carne molida: “Eso se volvió a ver aquí por el alto costo, la carne cerró el 2017 a 180 y 200 mil bolívares el kilo y ahora está en 220 y 230 mil”.
Asimismo, denunciaron que pollo no ha llegado a los mercados “desde que le subieron el precio”. Informaron que lo que hay es criollo, no engordado en las distribuidoras oficiales sino “criados en casita” y por supuesto “está muy caro, a 180 mil bolívares”. A final de año no hubo pollo, y en cuanto a los consumidores, pasa igual que con el resto de productos del mercado, pues quien compraba dos kilos, ahora compra uno; y si podía medio kilo, ahora solo puede comprar una presa.
Prolifera la mendicidad
La mendicidad es otra práctica que está proliferando en los diversos mercados, según los expendedores que en diferentes oportunidades han denunciado. Dicen que el que menos imaginan lo ven pidiendo y narraron entre otros el caso de una “señora, sentadota allá en el portón con un teléfono fino en la mano y mandó al niño a pedir verduras, a uno le da rabia”.
Estimó un vendedor de Los Pequeños Comerciantes que este domingo pasaron por su local alrededor de veinte limosneros que de eso no tenían “cara”, sino de “caraduras” y holgazanes que deberían ponerse a trabajar.
Que investiguen la extorsión
Vendedores del mercado hicieron un llamado a las autoridades competentes para que investiguen la supuesta extorsión que están haciendo en los puntos de control de La Pedrera y el Peaje de Vega de Aza, por cuanto eso está aumentando el precio de los diferentes rubros.
Dicen que en esas alcabalas han llegado al punto de la “desfachatez y de tanto descaro”, que como ya nadie tiene efectivo, hay funcionarios que envían números de cuenta de bancos, a nombre de otros titulares, para que les depositen el monto de lo que han calificado de “extorsión”.
Señalaron que temen hacer la denuncia formal porque no saben con quién pudieran estar tratando, y sienten que no “hay estado de derecho”, pero aseguraron que “eso es con todo el mundo, porque todo el vehículo de carga, sea que transporte víveres, mercancía seca, ganado, tiene que pagar vacuna, puede venir uno al día en todo pero le buscan el más mínimo detalle, venga mal, venga bien, venga como venga, todo es igual”.
Aseguran que “la Troncal 5 se ha convertido en un guillotina para todo lo que sea comida, para cualquier vehículo de carga, y a eso se debe el incremento tan fuerte de los productos en todas partes en el estado”.
De allí que ante el aumento de la pobreza, las autoridades deben tomar cartas en el asunto e investigar haciendo inteligencia y tomando las medidas necesarias.