El ex ministro para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodriguez Torres, se pronunció este martes sobre el caso del ex policía del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), Óscar Pérez, abatido este lunes por un operativo especial del gobierno revolucionario.
Mediante un texto compartido en sus redes sociales Rodríguez Torres, aseguró que no conocía a Pérez, asimismo, rechazó lo que el consideró “varios hechos repudiables” de la ejecución del plan de las autoridades venezolanas.
A continuación el texto integro:
Comienzo por aclarar que nunca conocí a Oscar Pérez e inclusive rechacé la acción inicial cuando se llevó un helicóptero del CICPC, sin embargo, creo que la ética de los cuerpos policiales no responde ni a izquierda ni a derecha en la Venezuela de hoy. Quien hace armas contra el gobierno sin duda se expone a la reacciones de éste, reacciones que variarán según el adoctrinamiento, los valores, el adiestramiento y las cualidades de los funcionarios y sus líderes.
En la cuarta República conocimos varios hechos repudiables para la opinión pública nacional por los excesos cometidos por los cuerpos de seguridad. Podemos recordar por ejemplo el caso Cantaura y, seguro algunos querrán diferenciar entre guerrilleros y fascistas o combativos de izquierda y paramilitares de derecha. Lo que sí es cierto, es que ambos luchan contra el Estado constituido y éste los combate.
Si apartamos lo ideológico y vamos a los hechos no conseguiremos mayores diferencias entre una u otra actuación. Si vemos la secuencia de videos del día de ayer, seguro nos quedarán muchas interrogantes como por ejemplo: ¿Por qué si se estaba negociando con un Mayor al final se terminó en combate cerrado con el uso inclusive de armas anti tanque? Lo ideal era terminar la negociación y poder obtener de los detenidos toda la información que es de interés para la seguridad del Estado.
También es importante aclarar la presencia de civiles armados en combate contra la célula de Oscar Pérez. ¿Será cierto?
Desde mi experiencia puedo decirles que en el 2004 me correspondió trabajar durante un año lo referente a la infiltración de 150 paramilitares colombianos a nuestro territorio. Después de un año de procesar información se dio con el paradero del grupo invasor en El Hatillo y se procedió a su captura.
Entendiendo lo complejo del comando y control de ese tipo de operaciones yo mismo asumí el mando de la unidad especial y procedimos a la captura, que se logró SIN DISPARAR UN TIRO. Ese día sentado en Daktari reflexionaba con los funcionarios que querían acción y combate y les decía: “el mejor combate es el que se gana sin bajas, además, si actuamos a la antigua usanza entonces donde está la revolución?” Y fue así como todos esos personajes fueron puestos a orden de los tribunales militares y enjuiciados según el Estado de derecho.
Considero conveniente revisar a fondo el procedimiento realizado porque deja entredicho la confianza que podamos tener en nuestros cuerpos de seguridad. Y la reflexión final es que nadie, en esta Venezuela de hoy, puede pensar que por la vía violenta va a poder cambiar el rumbo del país
Se aproximan unas elecciones y es allí donde logrando la unidad nacional, la unidad superior, podremos cambiar el rumbo de nuestra nave: VENEZUELA.
Aprovecho de extender mis condolencias a los familiares de cuantos perdieron sus vidas el día de ayer, ante todo somos humanos y venezolanos.