Siete funcionarios de alto rango venezolanos podrían enfrentar sanciones de la Unión Europea a partir de la próxima semana, incluido el poderoso presidente de la Corte Suprema, dijeron diplomáticos, mientras el bloque europeo busca presionar al presidente Nicolás Maduro a resolver la crisis política.
Las prohibiciones de viajes y el congelamiento de activos, que los embajadores ante la UE aprobarían el jueves, seguirán a sanciones impuestas el año pasado por Estados Unidos y marcan una postura más firme de las capitales europeas que habían buscado una solución sin recurrir a medidas punitivas.
“El gobierno (venezolano) ha aplastado a la oposición y es culpable de abusos a los derechos humanos, así que creemos que es tiempo de enviar un mensaje fuerte”, dijo un diplomático europeo involucrado en las discusiones.
Señalada como dictadura por Francia y Estados Unidos, el gobierno de Maduro también es acusado por muchos países de arrastrar a Venezuela hacia el autoritarismo y arruinar una economía que aún cuenta con las mayores reservas mundiales probadas de petróleo.
Dos diplomáticos europeos dijeron que los probables sancionados serían funcionarios de alto rango encargados de las fuerzas de seguridad acusados de abusos generalizados, particularmente durante las protestas antigubernamentales del año pasado.
La lista de sancionados podría cambiar, dijeron los diplomáticos, pero actualmente incluye al jefe del Distrito Capital en Caracas, Antonio José Benavides Torres; al ministro del Interior, Néstor Reverol; al director nacional de Inteligencia, Gustavo González López y al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno.
Sin embargo, al contrario que Estados Unidos y Canadá, la Unión Europea no pretende sancionar al propio Maduro, buscando en lugar de eso presionar a su entorno pero permitiéndole la opción de viajar a cualquier conversación futura.
Si los embajadores de los 28 países de la Unión Europea llegan a un acuerdo para las sanciones el jueves, probablemente serán adoptadas e impuestas en algún momento de la próxima semana, afirmaron los diplomáticos.
No hubo una reacción inmediata del gobierno de Maduro, pero Caracas usualmente acusa a la Unión Europea de hacer causa común con Washington para denigrar y acabar con el socialismo venezolano.
Por Robin Emmott/Reuters