Los médicos explican que los gases estomacales que se forman en cualquier cadáver habrían sido los responsables de expulsar el bebé. El caso dejó consternados incluso a los trabajadores de la funeraria en la localidad de Mthayisi, quienes creían que “ya lo habían visto todo”, señala el Sunday Times.
“Quedamos tan impresionados y asustados que ni siquiera tuvimos tiempo de ver el sexo del bebé. He estado en este negocio durante 20 años y nunca vi algo así”, dice un empleado.
Según el Daily Mail, la familia, y particularmente la madre de la fallecida, de 70 años, se preguntaba si era un caso de brujería y se lamentaba de que eso le hubiera ocurrido a su hija: “¿Qué es esto? Dios, por favor, necesitamos tu intervención”, cita el medio.
La madre de la mujer reveló que su hija había muerto de forma repentina en su noveno mes de embarazo.