El presidente Donald Trump apuntó a cuatro “dictaduras comunistas y socialistas” en su primer discurso del Estado de la Unión, aparentemente creando su propia versión del “eje del mal” del ex presidente George W. Bush.
En su discurso, Trump destacó a Cuba, Venezuela, Irán y Corea del Norte como naciones deshonestas que Estados Unidos debe y seguirá enfrentando.
“Mi administración también ha impuesto severas sanciones a las dictaduras comunistas y socialistas en Cuba y Venezuela”, dijo Trump, haciendo una pausa para permitir que los legisladores se levantaran y aplaudieran.
“Pero ningún régimen ha oprimido a sus propios ciudadanos más total o brutalmente que la cruel dictadura en Corea del Norte”, continuó.
Trump esbozó una visión del papel internacional de Estados Unidos, haciendo hincapié en los adversarios sobre los aliados y un mundo para ser pacificado.
Ya sea Irán o el Estado Islámico, Trump prometió que Estados Unidos vencería a sus rivales y defendería a los que luchan por la libertad. Se atribuyó el mérito de la campaña militar contra el Estado Islámico, que según dijo había liberado “casi el 100 por ciento del territorio que alguna vez tuvieron los asesinos en Irak y Siria”.
Tras prometer reconstruir el arsenal nuclear de la nación, dijo Trump, “quizás algún día en el futuro habrá un momento mágico en el que los países del mundo se reúnan para eliminar sus armas nucleares”.
“Desafortunadamente, todavía no hemos llegado, lamentablemente”, dijo en su primer discurso del Estado de la Unión.
Los ataques de Trump a las cuatro naciones reflejan una creciente lucha contra el comunismo que ha estado presente durante su primer año de gobierno. Trump destacó a otros adversarios como China y Rusia, pero más como rivales económicos y no como amenazas específicas para Estados Unidos o su propio pueblo.
Los comentarios hacia Cuba reflejan el tono endurecido de Trump hacia la nación isleña después de que el presidente Barack Obama buscara establecer una mayor relación con La Habana. La administración Trump ha estado investigando los misteriosos ataques sónicos contra diplomáticos estadounidenses en Cuba. La administración de Trump ya ha retirado a gran parte del personal de la Embajada en ese país, y ha expulsado a 15 de sus homólogos cubanos que trabajan en Washington.
La administración Trump, impulsada por el senador de Florida Marco Rubio, ha estado aumentando la presión sobre Caracas desde que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, diseñó la elección para una nueva asamblea constituyente que despojó del poder a los legisladores elegidos democráticamente.
Estados Unidos ha impuesto sanciones contra más de 20 funcionarios actuales y anteriores del gobierno venezolano en los últimos meses, incluido Maduro. Rubio pidió al gobierno que convoque una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para llevar a cabo un mayor escrutinio sobre el régimen de Maduro.
En el discurso del martes, Trump prometió respaldar al pueblo de Irán contra su gobierno “corrupto”, pero prestó especial atención a Corea del Norte, cuya “búsqueda imprudente de misiles nucleares” representaba una verdadera amenaza para la patria de los EE. UU.
“Solo necesitamos ver el carácter depravado del régimen de Corea del Norte para comprender la naturaleza de la amenaza nuclear que podría representar para Estados Unidos y nuestros aliados”, dijo Trump.