El negociador jefe del rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, Pablo Beltrán, dijo este jueves que desconoce cómo se autorizó o quién perpetró el ataque contra la base de una comisaría en Barranquilla (norte), pero dijo que este responde a la línea política de la Comandancia Central y de la organización.
“No sé bien exactamente, en este caso, cuál de las estructuras fue la que operó esta acción”, declaró el dirigente guerrillero en una entrevista con Efe en Quito, en la que destacó que, si bien desconoce cómo se llevó a cabo, responde a la línea de actuación de la organización.
“Todas las estructuras que hacen este tipo de operaciones están centralizadas. En este caso específico no sabría decirle, porque tenemos dos tipos de estructuras: una de región y otra de guerra urbana”, puntualizó.
En el ataque, que se atribuyó el Frente de Guerra Urbano del ELN -un hecho que Beltrán dijo desconocer porque está en Quito-, murieron el sábado cinco policías y 41 quedaron heridos.
Preguntado sobre si cree que ha sido contraproducente para las negociaciones, un error estratégico, respondió que el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) es un cuerpo policial paramilitar empleado en la “represión” de fuerzas sociales.
Y cree que la solución pasa por “buscarle una salida democrática” a las actuaciones de las fuerzas gubernamentales frente a lo que denominó “protesta social”, con la definición de “un protocolo o leyes que la cobijen”, de forma que “no se considere que hay que darle un trato de guerra”.
Después de ese y de otros dos ataques en Soledad y Buenavista el mismo fin de semana -que dejaron en total otros dos muertos y siete heridos-, el presidente Juan Manuel Santos suspendió el diálogo que se lleva a cabo en Quito con el ELN.
El dirigente guerrillero confirmó a Efe, sin embargo, que “hasta ayer” mantuvo dos reuniones con representantes del Gobierno que, a su vez, ha confirmado un encuentro con fines meramente burocráticos y financieros motivado por una urgencia de fechas.
Sobre la ola de ataques, Beltrán insistió que cada operación de su guerrilla no es “necesariamente” aprobada por los mandos más altos.
“Existe el respaldo político, pero no el conocimiento específico de operaciones y acciones. No es nuestra modalidad de conducción. Aquí cada uno dirige lo suyo y hay unas órdenes generales”, explicó sobre el funcionamiento operativo del ELN.
EFE