Caracas una ciudad muy movida donde en el ajetreo de los días te puedes cruzar con muchos rostros que tienen una gran historia que contar.
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Si eres un fiel transeúnte de las calles de Altamira en Caracas, alguna vez en tu vida te has topado con un señor que se oculta detrás de una larga cabellera y barba blanca que siempre esta rodeado de libros y mayormente te pide cambiar un texto por algún billete de 100 Bs o alimento.
Místico, es así como se hace llamar, sin comentar cual es su nombre de pila ya que asegura que no lo usa mucho porque le trae “mucha tragedia”. “Solo le doy poder al universo para que me bendiga con ese nombre que significa unidad, entrega, Místico”.
Con mucha tranquilidad al hablar al ser consultado por su edad, explica que es “el infinito” “es eterno, no tiene crono. El crono es temporal, es relativo”.
También comenta que actualmente esta tratando de dedicarse al arte, “porque ya hablar de consciencia, las relaciones interpersonales, el extracto social ya todo eso esta muerto “.
“El universo me esta invitando a ser una expresión total, vital de lo que es el absoluto y eso seria interesante retratarlo pero no hay medios, todo esta demasiado critico. No hay materiales, no hay fondos, nadie quiere ser filántropo en esa dirección. Todo esta muy restringido, pero ahí voy luchando”, explicó con su particular tranquilidad al conversar.
Místico, también manifestó que su familia esta alejado de él pero eso no le “importa”, “mi familia no me trata, no me quieren, no me prestan el apoyo que necesito a cabalidad, así que estoy a merced de las circunstancias”.
“No me interesa mi vida en personal, estoy entregado a esa fuente de la vida”, resaltó.
Agregó, que su labor es ser un laboratorio de consciencia para la sociedad y que las ideas y la sabiduría le dan sentido a su vida. “La ley del corazón, en sentir plenamente la existencia”, dijo.
Dedicó un mensaje muy movido a la sociedad e indicó que “el amor del universo quiere entrar en todos y realmente darle esa sensibilidad especial para que alcancen el ser pleno, por lo menos en lo elemental que es el núcleo familiar y que saquen ese gran amor que tiene cada criatura. Solamente la ley del corazón nos puede ayudar a solucionar toda esta situación”.