Ante las pruebas expuestas por el Ministerio Público, se ordenó el pase a juicio para Edgar Arnaldo Castro Guerrero (37), quien es sordomudo, por presuntamente ser el responsable de la muerte de su expareja Yumay Isman Ropero Colmenares (28) y del padre de esta, Gustavo Adolfo Ropero (51), hecho ocurrido el 3 de noviembre de 2017 en una residencia ubicada en el sector La Sabana, municipio Michelena del estado Táchira.
Nota de prensa
Durante la situación resultaron lesionados la madre de Ropero Colmenares (49) y su hermano (12).
En la audiencia preliminar, la Fiscalía 18º de esa entidad federal ratificó la acusación contra el hombre por la comisión de los delitos de femicidio agravado en perjuicio de Ropero Colmenares; el mismo tipo penal pero en grado de frustración en detrimento de la madre de esta, y homicidio intencional calificado ejecutado con alevosía por la muerte del padre.
Tales delitos están contemplados en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y en el Código Penal.
Luego de analizar los fundamentos probatorios presentados por la representación fiscal, el Tribunal 1º de Control de dicha jurisdicción andina ordenó el enjuiciamiento de Castro Guerrero, quien seguirá privado de libertad en la Subdelegación San Cristóbal del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
La tarde del referido día, la familia Ropero Colmenares se encontraba en su domicilio, ubicado en la carrera 7 del sector La Sabana, cuando llegó Castro Guerrero para comunicarse con su expareja.
La mujer le manifestó que no aceptaría la propuesta de continuar juntos, por lo que Castro Guerrero se habría tornado violento y con un arma blanca la agredió en reiteradas oportunidades, ocasionándole la muerte.
El padre, la madre y el hermano de la víctima intentaron ayudar, pero Castro Guerrero propinó varias heridas al padre con el mismo objeto punzopenetrante; al tiempo que su esposa y el adolescente resultaron lesionados. En el hecho, el agresor fue golpeado en la cabeza.
Seguidamente, algunos vecinos observaron lo sucedido por lo que notificaron a las autoridades y trasladaron a los tres heridos hasta un centro asistencial cercano, donde el quincuagenario falleció.
Por su parte, Castro Guerrero fue llevado al Hospital Central de San Cristóbal y, tras ser atendido, resultó aprehendido el 4 de noviembre por efectivos de la policía científica.