Una delegación francesa compuesta por expertos de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA) francesa y del fabricante ATR viajará este lunes a Irán para ayudar en las pesquisas sobre el accidente del avión de Aseman ocurrido el domingo.
El director de relaciones públicas de la Organización de Aviación Civil de Irán, Reza Yafarzadeh, explicó que los investigadores y consejeros -tres de BEA y cuatro de ATR- asistirán a las reuniones centradas en aclarar las causas de la tragedia.
El avión siniestrado, un ATR-72 de más de veinte años de antigüedad en el que viajaban 66 personas, fue producido por el fabricante franco-italiano ATR y ensamblado en Francia.
Una empresa canadiense que fabricó los motores también ha expresado su disposición a enviar expertos a Irán en caso de ser necesario, agregó Yafarzadeh.
Sobre la caja negra del avión de la aerolínea local Aseman, el responsable iraní indicó que una vez hallada puede ser decodificada en Irán o trasladada a la sede del fabricante ATR.
Por el momento, los expertos apuntan a que el accidente se pudo deber a las malas condiciones meteorológicas, que han dificultado las operaciones de búsqueda.
Los restos del avión, que cubría la ruta doméstica Teherán-Yasuy, todavía no han sido encontrados en la región de Padena, en la cordillera Zagros, en el sur de la provincia central de Isfahán.
Unos 25 equipos de rescate y un centenar de escaladores, apoyados por helicópteros, participan hoy en las operaciones de búsqueda en esa área montañosa de difícil acceso.
Los 60 pasajeros y seis tripulantes -dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad- han sido dados por fallecidos en tanto la búsqueda continúa.