A través de estas líneas quiero reflexionar acerca del último artículo Alianza Democrática para la Liberación, del Padre Ugalde. Un llamado a todos los sectores del país, comprendiendo una Venezuela plural, en la que no debe gastarse tinta descalificadora entre opositores, sino reconocernos “…los diversos partidos, empresarios y trabajadores, las múltiples formas de asociaciones gremiales y vecinales, las diferentes creencias…”. Y conscientes “…No hay dictadura que pueda resistir a un país consciente y movilizado, sobre todo si el 22 de abril queda solo y con los demócratas movilizados y activos también luego de ese día…”. Permita felicitarlo, Padre, sí todos hacemos falta, conscientes de lo que exige el momento político.
Por ello tomo con pinzas dos aspectos de su planteamiento todos y consciencia, para ahondar ¿Consciente? La sociedad venezolana está consciente de que no estamos frente a un Gobierno sino a una mafia que controla al Estado, para sus fines. El ciudadano sigue Jugando al Vivo y Sacando Provecho y la dirigencia política excluyendo, mintiendo, encapsulada en los cogollos, tomando decisiones por todos sin consulta con nadie, ni con sus seguidores.
Padre deme luces ¿cómo hacemos para que se entienda? que el reconocimiento no es sólo saber que el otro está allí, es entender que el otro tiene un valor – desde una concepción hegeliana – el yo y el otro, nosotros, se necesita el valor del otro, para un todo.
Le digo esto, porque su llamado es supremamente importante y necesito que Usted exija más: modelaje de vida, acciones, mensaje, responsabilidad, trabajo y respeto, ente opositores. Pero no solo de los que insultan a la MUD, también que esos dirigentes hablen con la verdad, si no tienen respuesta que lo digan, respeto tendrá quien respete. ¿Una dirigencia palizada esperando línea? ¿Qué puede esperarse de un humilde campesino en Caigua? ¿Que se movilice? Si quien llega no tiene mensaje, ni autoridad moral…sólo lo impuso el partido como jefe.
Esos niveles de consciencia que movilicen se logaran cuando se entienda que un gobierno forajido que no se le puede combatir desde la legalidad de sus acciones, porque todas son ilegales, ni desde la violencia porque no hay nadie más violentos que ellos, ni desde la dadiva porque tienen más dinero, ni desde los acuerdos porque no les importa nada, ni nadie, se burlan de quien sea, que la única forma de combatirlos es desde los valores, que de fortaleza para, exigir, movilizar, exponerse… pero no por un candidato sino por ellos, por sus vidas, su calidad de vida…por un cambio real con el que sueñen.
La fuerza y el espíritu de una nación están en la sociedad ¿Cómo sacamos esa fuerza? ¿Con los mismos petimetres en la televisión? Sin propósito de enmienda, ¿sin ofrecer disculpas? No Padre, Venezuela merece más: asumir errores con capacidad de enmienda, todos, a establecer objetivos comunes, oírnos, organizarnos y decir: para dónde y cómo. Cuando eso pase, Padre, tendremos una Alianza Democrática para la liberación. Muchas gracias por su artículo.
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