El arzobispo Charles Scicluna, quien indaga en Chile acusaciones contra un obispo de encubrir abusos sexuales, recibió el martes denuncias de más casos que involucrarían a miembros de congregaciones religiosas y que podrían dar paso a nuevas investigaciones del Vaticano.
Scicluna, quien llegó hace más de una semana a Santiago pero tuvo que suspender luego sus actividades por una operación de urgencia, retomó reuniones que apuntan más allá de los señalamientos contra el obispo Juan Barros por ocultar supuesta información de abusos a menores de su mentor, el sacerdote Fernando Karadima.
En ese marco, un grupo de víctimas de abusos sexuales cometidos supuestamente por parte de miembros de la Congregación de los Hermanos Maristas en Chile se reunió con el experimentado investigador enviado por el Papa Francisco.
“Queremos que se cree una comisión especial vaticana, que analice, estudie, investigue y sancione todas las acciones cometidas por hermanos y religiosos (…) maristas”, dijo a periodistas Isaac Givovich, portavoz de un grupo de exalumnos y víctimas de un colegio de esa congregación.
Además, Givovich demandó que “las investigaciones que lleva un sacerdote (de la congregación) no sean sancionadas por los Hermanos Maristas. Encontramos que es injusto (…) que ellos sean juez y parte”.
Exalumnos del Instituto Alonso de Ercilla denunciaron supuestos abusos cometidos por maristas en Chile y emitieron declaraciones en una reciente investigación canónica de la congregación, aunque admiten que el proceso carece de garantías de transparencia.
Durante esta jornada, Scicluna también planea entrevistarse con víctimas que denuncian abusos sexuales presuntamente cometidos por miembros de la congregación Salesiana en el país.
Scicluna, quien es arzobispo de Malta, tiene previsto permanecer en la Nunciatura Apostólica de Santiago hasta el jueves para luego dejar el país. Reuters