La población india celebra esta semana el Holi, el festival hindú en que las personas acostumbran rociar a otros con agua teñida de colores, un ritual anual que marca el comienzo de la primavera.
Reuters
Mientras la mayoría juega y canta canciones durante estos días, algunos han añadido variaciones locales al festival, profundizando en la mitología hindú.
En la ciudad norteña de Barsana, las mujeres empuñan palos de madera para golpear a los hombres que cantan canciones subidas de tono en una versión llamada “Lathmar”.
El ritual se basa en una historia sobre el dios hindú Krishna, quien fue perseguido por mujeres en Barsana cuando cortejaba a su amada. Las mujeres imitan esta práctica arrojando palos a los hombres, que intentan escapar. Los que son atrapados se ven obligados a vestirse como mujeres y bailar.
El principal día de la festividad este año es el viernes, pero las celebraciones comienzan una semana antes en la ciudad de Vrindavan, el lugar de nacimiento de Krishna.
En esa ciudad viven viudas hindúes que están obligadas a renunciar a los adornos y no pueden regresar a sus familias tras la muerte de sus maridos. Sin embargo, en el Holi, pueden cantar, bailar y jugar con agua de colores antes de volver a sus vidas de reclusión.