ldemaro Martínez, ex miembro del Consejo Nacional Electoral, fijó posición acerca de la credibilidad y resultados del ente electoral venezolanos en los últimos tiempos.
Nota de Prensa
“Los resultados, la organización del proceso y su trayectoria es lo que le da credibilidad a los entes electorales; lo lamentable de este CNE es que tanto propios y extraños no lo consideran un árbitro. Simplemente es un ministerio más del gobierno y eso le causa un daño profundo a la democracia venezolana, también a la expectativa de la juventud de un país que no cree en sus instituciones, y lo más lamentable es que los miembros actuales pareciera que no se dan cuenta de eso o no les importa”. Señaló Martínez.
Recalcó que en las elecciones para la Asamblea Nacional Constituyente realizadas el 30 de julio de 2017, el propio contratante para hacer el proceso técnico, profesional de la empresa Smartmatic, tuvo que concluir, informar y hacer un comunicado, denunciando que hubo -por lo menos- un millón de votos que no fueron emitidos.
“Estas señoras (rectoras) del CNE no le dieron ninguna explicación al país, no se hizo ninguna investigación sobre esos señalamientos tan precisos que hizo el presidente de esa empresa (Smartmatic), que era contratados por ellos (CNE). Un contratado del CNE que se vio en la obligación, porque sus técnicos detectaron que hubo una manipulación fraudulenta de los resultados”.
A su juicio, tal señalamiento de Smartmatic hace que la opinión pública se pregunte -si eso ocurrió en esa elección- ¿Qué habrá pasado en las otras votaciones y qué podría pasar en el futuro? En ese particular acotó que el hecho de que exista un voto fraudulento, ya cuestiona el proceso.
Para Ildemaro Martínez, uno de los elementos más importantes en un sistema electoral, es que los participantes pueden pedir -en cualquier momento- una revisión del proceso. “Cuando el candidato Capriles Radonski pidió una revisión del proceso electoral, donde el candidato en aquel entonces, Nicolás Maduro, fue a la reunión de las Naciones Latinoamericanas y prometió que se iba a hacer una revisión total del proceso, luego de haber llegado a Venezuela, las autoridades del CNE dijeron que no iban a revisar nada. Ahí se puso en entre dicho gravemente la credibilidad, porque si usted confía en sus resultados, usted debe permitirle a todos los participantes, que haga todo tipo de auditoría que se revisen todas las máquinas, que se revisen todos los resultados y luego eso le va a dar credibilidad al que resulte ganador”.
Recordó que uno de los grandes éxitos que tuvo el sistema electoral venezolano desde 1958 hasta la elección donde resultó electo el difunto ex presidente Hugo Chávez, era que los partidos tenían el derecho de “poner sus ojos” en todo el proceso: desde las mesas electorales, hasta el sistema técnico.
“Participaban todos los partidos; ahora estas rectoras crean un sistema electoral, una especie de cúpula, que no permite que los partidos políticos, que los participantes, los electores y los candidatos puedan revisar el proceso; eso lo que evita es que aumente la credibilidad y nazca la confianza en el sistema electoral”.
Asimismo hizo un recuento de los resultados electorales durante la historia contemporánea de Venezuela, cuando las organizaciones políticas tenían representación en el Consejo Supremo Electoral y este respetaba los resultados de los comicios, los cuales eran aceptados por todas las participantes. “Lo que no puede ser ahora, es que este sistema electoral se maneje desde Miraflores”.
En ese particular hizo referencia a los recientes anuncios para las elecciones presidenciales, donde el mismo presidente de la República, Nicolás Maduro, es quien fijó la fecha de los comicios.
Otro aspecto importante que señaló -y a su juicio no se le ha dado importancia- es que las elecciones están convocadas para el próximo 20 de mayo. “El presidente de la República que resulte electo debe tomar posesión en enero del año que viene. Si se produjera una elección ahora en mayo, y resulta electo un candidato de la oposición, ese presidente electo qué va a hacer desde abril hasta enero del año que viene? (…) ¿Cómo se va a mantener en ejercicio un presidente que ha sido revocado durante ocho meses más, cuando el pueblo no quiere esa política?”. Cuestionó.
Finalmente manifestó que cree en la automatización del sistema electoral, “pero requiere que haya la capacidad y la posibilidad de auditarlo totalmente”.