British Petroleum (BP) reportó un sorpresivo aumento en la producción de petróleo de sus campos maduros que, de acuerdo con su presidente ejecutivo Robert Dudley, no había visto en su carrera de casi cuatro décadas en la industria.
Por Irina Slav para Oilprice.com | Traducción libre el inglés por lapatilla.com
BP informó un aumento del 12 por ciento en la producción de petróleo el año pasado, el nivel más alto desde 2010.
En una entrevista con Bloomberg en el marco de CERAWeek, Dudley dijo: “No recuerdo haber visto en mi carrera una tasa de declive negativa“. Y BP tampoco está solo, señala a Bloomberg, Javier Blas. Las compañías petroleras noruegas y Shell también han informado mejores resultados de producción en sus campos maduros.
Si bien para las empresas que operan estos campos deberían darse palmadas en la espalda, es un nuevo problema para la OPEP, que actualmente se está enfocando en la producción de petróleo de lutitas estadounidense como su principal problema para mantener los precios altos.
Los datos de la Agencia Internacional de Energía revelan que el fenómeno no se limita a un par de supermajors petroleras. El año pasado, dijo la agencia, la producción de petróleo de los campos maduros en todo el mundo disminuyó a un ritmo más modesto, a menos del 6 por ciento, en comparación con el 7,5 por ciento del año anterior.
Los analistas y expertos de la industria coinciden en que esto es el resultado del colapso de precios de 2014 que hizo que todos, desde los más pequeños independientes hasta las supermajors, tuvieran mucho más cuidado con sus gastos.
El jefe de operaciones en aguas profundas de Shell, Wael Sawan, le dijo a Blas que “las compañías se están enfocando en lo básico. Entonces hubo un nuevo enfoque masivo en los pozos existentes. Es el barril más barato y más rentable al que pueden acceder las empresas”.
Incluso con esta buena noticia, no todos están de acuerdo en que Big Oil repita su buen desempeño de 2017 este año. Según la IEA, los campos maduros representaron 51 millones de barriles de producción diaria mundial en 2017. En comparación, los nuevos campos convencionales donde la producción aún no ha alcanzado su pico, representaron mucho menos: solo 16 millones de bpd. Eso es casi la mitad de la contribución de las arenas bituminosas y del petróleo de lutitas, que se situó en 30 millones de bpd el año pasado.